Foto de los albañiles sobre rascacielos de Nueva York puede recrearse por 60 dólares

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Las piernas balanceándose sobre la inmensidad de los rascacielos de Nueva York, las miradas tranquilas de complicidad, con Central Park en la distancia… No es la icónica fotografía “Almuerzo en lo alto de un rascacielos”, pero es lo más parecido que el dinero puede comprar.

El Centro Rockefeller de la Gran Manzana ofrece a los turistas la oportunidad de sentarse sobre una viga de metal y recrear la famosa foto, un posado de 1932 que quedó para siempre fijado en el imaginario colectivo.

El billete para sentarse en la viga cuesta unos 25 dólares, a lo que hay que sumarle los 40 dólares que cuesta acceder a lo alto del edificio, uno de los miradores más populares de Nueva York.

La experiencia abrió al público el pasado viernes. Los visitantes, al contrario que aquel grupo de trabajadores de la década de los treinta, están amarrados a la viga por un cinturón, y se les sube unos doce pies (poco más de tres metros y medio) sobre la plataforma de observación del edificio, en el piso 69.

La cifra palidece en comparación con los más de 800 pies (243 metros) a los que se balancearon en 1932 los 11 integrantes de “Almuerzo en lo alto de un rascacielos”, una imagen publicitaria cuyo autor, al igual que muchos de sus protagonistas, continúa siendo un misterio.

Es decir, en la experiencia actual, el riesgo es mínimo, pero la fotografía resultante se encarga de dar la impresión contraria.

La experiencia dura unos dos minutos, y la viga puede rotar 180 grados para ofrecer vistas sin obstáculos de Central Park y los alrededores.

Vía: EFE