Cerca de 20.000 trabajadores de la Administración de Impuestos (IRS, siglas en inglés) han aceptado la propuesta del Gobierno de Donald Trump de bajas voluntarias, según recogen varios medios locales.
Eso supone la quinta parte de los aproximadamente 100.000 empleados con que cuenta esta agencia que centraliza la recaudación de impuestos.
A estas bajas voluntarias hay que sumar los 7.000 trabajadores temporales despedidos desde enero, aunque muchos de estos han recurrido el despido y su caso está ‘sub iudice’ (pendiente de resolución judicial).
El 14 de abril era el límite para acogerse a este plan voluntario, y quienes lo hayan firmado irán abandonando el servicio desde el 28 de abril y hasta el 30 de septiembre, según los detalles que recoge Bloomberg.
Hasta esa fecha del 30 de septiembre, los que se acojan al plan seguirán cobrando sus salarios en calidad de ‘baja administrativa’.
Según el New York Times, la reducción del IRS en miles de personas entre bajas incentivadas y despidos ya está teniendo efectos en la recaudación de impuestos -por ejemplo, han disminuido las auditorías-, y una consecuencia más que probable es que el gobierno federal va a sufrir una reducción de fondos.
El adelgazamiento del IRS va en línea con el ideario del Partido Republicano y de la Administración Trump en particular, que considera al IRS como uno de los símbolos del indeseable control estatal sobre los individuos.
Con información de EFE