El calentamiento de océanos y ríos sigue ocasionando impacto en los peces, un estudio reveló que la expresión genética cambia cuando sus embriones en desarrollo se exponen a aguas más cálidas.
El análisis de cuatro especies de peces fue realizado por científicos de la Universidad de Manchester.
El calentamiento y los peces
La evaluación se efectuó con los peces: tiburón gato de manchas pequeñas, el pez cebra, la lubina europea y el espinoso de tres espinas.
El estudio lo publicaron en la revista Science of The Total Environment.
Los científicos ya saben que el calentamiento de ríos y océanos causa estrés fisiológico directo a los peces, pero este estudio muestra que el impacto en sus embriones en desarrollo tiene un efecto profundo en sus patrones de expresión génica como adultos.
Los cambios también pueden afectar su capacidad de respuesta a futuros cambios de temperatura. Esto traerá consecuencias para sobrevivir al cambio climático en su vida adulta.
Los científicos no han podido encontrar genes consistentes expresados diferencialmente implicados en cambios biológicos relacionados con el calentamiento global.
El estudio de la Universidad de Manchester sugiere que diferentes fenotipos identificados en etapas posteriores de la vida pueden ocurrir a través de cambios en la organización del transcriptoma, el código genético tal como se lee, un elemento crucial de la vida misma.
Con modelos sofisticados, los hallazgos muestran que los transcriptomas de peces calentados durante el desarrollo se caracterizan por un mayor desorden en la forma en que interactúan los genes.
Esto implica un conjunto de interacciones genéticas menos estructuradas y más «aleatorias».
Gran amenaza
La profesora Holly Shiels mencionó que el cambio climático es una gran amenaza que enfrentan los animales.
«A medida que los océanos y ríos del mundo continúen calentándose, el estrés fisiológico y poblacional ejercido sobre los peces continuará creciendo», dijo.
Destacó que «si vamos a predecir y mitigar las consecuencias del calentamiento global, es crucial que entendamos cómo influye en la capacidad biológica de un animal para responder a los desafíos ambientales futuros».
Por su parte, el Dr. Dan Ripley precisó que los hallazgos sugieren que «la exposición a temperaturas elevadas durante el desarrollo y crecimiento de un embrión puede influir en la capacidad de los peces para responder a los desafíos futuros que enfrentan en la vida posterior».
«En nuestro estudio, descubrimos que el calentamiento del desarrollo influyó en las relaciones entre los genes. Se cambió la ‘tubería’ del sistema, con consecuencias en cadena sobre cómo funciona entonces en edad adulta. Esto estuvo ausente en los animales criados en condiciones de ‘control’», manifestó el Dr. Adam Stevens.
Los embriones se mantuvieron en condiciones de control, que representaban las temperaturas diarias, o en condiciones de tratamiento más cálidas, que representaban las condiciones futuras bajo el cambio climático.
Después de la embriogénesis, todos los peces se movieron a condiciones de control, simulando que los peces adultos en la naturaleza se mueven para encontrar áreas a su temperatura preferida.
A pesar de vivir en su rango de temperatura preferido como adultos, se encontraron diferencias genómicas entre los grupos relacionadas con las temperaturas que experimentaron como embriones.
Estas diferencias se asociaron con una capacidad alterada para responder al calentamiento futuro en la edad adulta.
Con información de 2001