La ciencia no deja de encontrar beneficios para nuestra salud en los frutos secos, que ya se asocian a una menor incidencia de problemas cardiovasculares y digestivos. Ahora, un nuevo estudio ha concluido que el consumo diario de este alimento se asociaría a un riesgo un 17% inferior de padecer depresión.
Hasta un 17% menos de riesgo
Según publican los autores en el medio especializado Clinical Nutrition, este es el hallazgo resultante después de analizar datos procedentes de 13.000 ciudadanos de mediana edad del Reino Unido extraídos de la base de datos UK Biobank, que contiene información de aproximadamente medio millón de personas.
En concreto, se atendió al consumo de frutos secos autorreportado en cuestionarios, así como a los diagnósticos de depresión y al uso de medicación antidepresiva. Además, cabe señalar que se escogió a participantes que no reportaron padecer depresión al comienzo del estudio.
De este modo, los investigadores concluyeron que aquellos adultos de mediana edad o mayores que consumían al menos 30 gramos de frutos secos (más específicamente, almendras, nueces, anacardos, avellanas, pistachos o nueces de Brasil) cada día tenían hasta un 17% menos de probabilidades de tomar medicación antidepresiva o de desarrollar un trastorno depresivo.
Propiedades antiinflamatorias
Este resultado, además, era consistente después de ajustar otras variables que podrían influir en los pronósticos, tales como determinados problemas médicos o factores del estilo de vida que incidan de alguna manera en el riesgo de sufrir trastornos del estado de ánimo.
Aunque el estudio no mira a los mecanismos concretos por los que estos alimentos podrían contribuir a inhibir la aparición de esta clase de trastornos psiquiátricos, lo cierto es que existen evidencias previas que apuntan al contenido de productos antiinflamatorios y antioxidantes de los frutos secos como potenciales propulsores de una mayor salud mental.
Esta posibilidad, además, se alinea con la concepción de la depresión como una enfermedad de naturaleza fundamentalmente inflamatoria y sistémica, para la que cada vez existe mayor consenso científico.
Con información de 20minutos