El fentanilo es un opiáceo sintético indicado para el tratamiento del dolor oncológico, entre otros, cuyo uso inadecuado ha desencadenado una auténtica epidemia de adicción a los opioides en Estados Unidos. Como analgésico, esta droga es alrededor de 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína, según datos de la DEA (Drug Enforcement Administration).
Un nuevo estudio ha revelado ahora que el consumo de esta sustancia también puede tener graves consecuencias para los niños, ya que ha encontrado que los bebés cuyas madres usaron fentanilo durante el embarazo presentaban anomalías faciales y musculoesqueléticas similares que sugieren la aparición de un nuevo síndrome. Los hallazgos se han publicado en la revista Genetics in Medicine Open.
Bebés con la cabeza pequeña y rasgos faciales distintivos
En el verano de 2022, un consejero genético y un grupo de médicos del Hospital Infantil de Nemours (Delaware), se dieron cuenta de que varios bebés que habían llegado a este centro médico tras ser remitidos por unidades locales de cuidados intensivos neonatales o debido a que mostraron dificultades para alimentarse poco después del nacimiento tenían características faciales similares y numerosas anomalías físicas, ha explicado la Dra. Karen W. Gripp, Jefe de la División de Genética Médica de Nemours Childrens Health en Wilmington y autora principal del trabajo.
Gripp y sus colegas inscribieron a seis pacientes de Nemours en un estudio para analizar con detenimiento sus síntomas y características, y posteriormente incluyeron a otros cuatro bebés procedentes de otras instituciones. Gripp dijo que todos los bebés tenían la cabeza pequeña, eran de corta estatura y presentaban unos rasgos faciales distintivos. Muchos de los niños tenían paladar hendido, pie valgo convexo congénito y órganos genitales malformados. Otras características comunes incluían pulgares cortos y anchos, un solo pliegue palmar y dedos fusionados.
Las pruebas genéticas descartaron ciertos diagnósticos sospechosos, como el síndrome de Smith-Lemli-Opitz, una rara condición genética. El análisis de características faciales usando el algoritmo GestaltMatcher (FDNA Inc.) sugirió que los pacientes no tenían síndrome de alcoholismo fetal. Al descartar estos dos síndromes y confirmar que todas las madres habían usado fentanilo durante el embarazo, los investigadores comenzaron a sospechar de un síndrome novedoso, ha señalado Gripp.
Se ha demostrado que el fentanilo puede atravesar la placenta y causar defectos de nacimiento. Gripp dijo que, aunque todas las madres de los bebés del estudio reconocieron haber usado fentanilo durante el embarazo, la información sobre cuándo habían consumido el fármaco y en qué cantidades era limitada, por lo que ha advertido que será necesario seguir investigando para determinar si el fentanilo provocó las anomalías, o si los síntomas se desarrollaron debido a un contaminante u otro fármaco utilizado al mismo tiempo.