Cuando Buddy Bailey se marchó de su segunda pasantía con los Tigres de Aragua, el norteamericano no tenía ni idea de si su exitoso recorrido en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional había llegado a su final para siempre. Con seis títulos de campeón en el circuito, todos con los bengalíes, el mandamás estaba a sólo uno de igualar al cubano Regino Otero como el dirigente con más campeonatos en el país, pero la oportunidad parecía escaparse de sus manos.
“La verdad intenté no pensar en eso”, admitió Bailey. “A veces te pones a pensar en demasiadas cosas y terminas en un lugar en el que no quieres estar. Al final del día, no era mi decisión. Si algún equipo mostraba interés por mis servicios, yo estaba feliz de escuchar. Pero no podía quedarme esperando una llamada o pensando en el qué pasará”.
La llamada de los Tigres llegó. En marzo, poco después de que se conociera que Wilfredo Romero no repetiría al mando de los bengalíes, la directiva de los felinos, encabezada por Víctor Zambrano, dio a conocer que Bailey regresaría para una tercera etapa como estratega del club.
Ante la posibilidad de hacer historia una vez más en un circuito que asocia su nombre con gloria, Bailey tomó las riendas felinas y no tardó mucho en convertirse en el capataz más ganador de todos los tiempos en la LVBP, dejando atrás a su compatriota Phil Regan, quien cosechó 475 victorias en su trayectoria.
“No pienso en las victorias, pero sí en los regalos que me ha dado esta liga”, confesó el oriundo de Norristown, una localidad ubicada en el condado de Montgomery en el estado de Pensilvania. “Han sido años increíbles en este circuito, en el que he conseguido muchas cosas importantes junto a grupos distintos de peloteros de los que he aprendido mucho y espero que ellos también de mí”, agregó.
En su primera pasantía con los Tigres, entre 2002 y 2014, Bailey lideró al combinado a ocho finales, ganando seis de ellas. El, en ocasiones, polémico mánager obtuvo un tricampeonato y se consagró campeón de la Serie del Caribe en 2009, en lo que ha sido el último cetro venezolano en la competición hasta la fecha.
“Posiblemente ese ha sido el logro más grande que he obtenido”, reconoció Bailey sobre la corona en Mexicali. “Teníamos a un grupo de peloteros por los que muchos no apostaban. Definitivamente no éramos los favoritos, pero se demostró que el trabajo en equipo siempre termina prevaleciendo y fue algo importante para mí porque más allá de representar al estado Aragua, estábamos defendiendo los colores de Venezuela”.
Pero si bien su hoja de vida en el país siempre tendrá a los Tigres como estampa principal, Bailey también estuvo al mando de los Tiburones durante un par de contiendas, en la 2014-2015 y 2015-2016.
La Guaira venía de una zafra compleja justo antes de que el ganador del premio al Mánager del Año en la 2006-2007 asumiera las riendas, por lo que la tarea no era sencilla. No obstante, bajo su mando, los salados dieron saltos considerables, hasta llegar al séptimo juego de la semifinal en su segunda contienda como timonel, en la que perdieron ante los Tigres en la UCV.
“Creo que las cosas estaban marchando por el camino correcto y estaba ansioso por lo que podíamos hacer en un tercer intento, pero ellos (la directiva de Tiburones) optó por tomar otro camino”, explicó Bailey, quien fue reemplazado en el puesto por Oswaldo Guillén en el siguiente certamen. “Realmente pienso que se pudo lograr el campeonato, pero una vez más, no puedes preocuparte por cosas que están fuera de tu control y esa decisión no era mía”.
Ahora, de vuelta en Maracay, Bailey se encuentra en una situación que quizás pocos vieron venir. Aragua llegó a esta sexta semana del campeonato en el sótano de la tabla de posiciones, con récord de 9-16.
Aunque la directiva de los felinos ha demostrado en el pasado que no suele temblarle el pulso a la hora de hacer movimientos, drásticos y frecuentes, cuando las cosas no están saliendo a su favor, el estadounidense se mantiene enfocado en conseguir triunfos en el terreno de juego, algo que ha hecho mejor que cualquier otro en su puesto a lo largo de la historia.
“Vamos a remontar, tengo confianza en ello. A veces las cosas no salen como piensas y es innegable que no hemos tenido el mejor desempeño hasta ahora”, indicó. “Pero las piezas están allí, es cuestión de encontrar la fórmula correcta para que cada parte logre su objetivo. No sirve de nada que un jugador esté haciendo cosas grandes, si el resto no lo apoya. Siento que estamos cerca de hallar lo que buscamos”, añadió.
Y es que al final, de eso se trata todo para Bailey. ¿Cuál es el siguiente juego? ¿Cómo podemos ganar el próximo choque? El pasado siempre estará allí y, en su caso en particular, es incomparable. Pero la meta del dirigente, al igual que cuando estaba en plena dinastía con los Tigres, está siempre en el camino que falta por recorrer.
“Mi mayor motivación está en volver a ganar este año. Más adelante, cuando todo esto se haya terminado y esté en casa descansando, habrá tiempo para reflexionar, ver hacia atrás, evaluar, procesar. Mientras tanto seguimos en la carrera, hambrientos por más. Si no lo estás, quiere decir que deberías estar en el sofá y no en un dugout”, cerró.
Vía: Agencias