La alta alcurnia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, edición 2023-2024, fue celebrada el miércoles, en las instalaciones del Centro Empresarial Polar. La premiación de Los Grandes, organizada por Numeritos Gerencia Deportiva y Line Up Internacional, honró a los mejores peloteros de la ronda eliminatoria.
Giuseppe Palmisano, presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, dio las palabras de bienvenida; destacó los logros de los peloteros premiados, deseó suerte a los cinco equipos que disputan el Round Robin y pidió aplausos para Víctor Davalillo y Juan Carlos Pulido, fallecidos en los recientes meses, brindando el primero de varios homenajes en la jornada.
Cada uno de los galardonados, a excepción del Productor del Año, José Rondón, se dieron cita en la capital del país para recibir las distinciones que les erige como los jugadores más destacados de la contienda, frente a la presencia de un nutrido grupo de medios de comunicación.
Rondón, a pesar de no poder asistir por compromisos personales, celebró a través de las redes sociales en horas de la tarde la pletórica campaña que labró con Leones del Caracas, haciéndole merecedor de un contrato de liga menor con los Mets de Nueva York.
“Una temporada que me ha abierto las puertas y ha permitido poner mi nombre en el beisbol en donde todos queremos estar”, expresó a través de un post en su cuenta Instagram. “Un contrato de ligas menores y disfrutar de un nuevo Spring Training es más que suficiente para demostrarle a la vida lo dispuesto y agradecido que estoy, para seguir luchando por mis sueños y los de mi familia”.
En el estrado, el primer ganador en ascender fue Osmer Morales, quien recibió tanto el Regreso, como el Lanzador del Año, por su brillante actuación con Bravos de Margarita, siendo acompañado al momento de las preguntas de la prensa por Edwin Hurtado, el último ganador de la Triple Corona de pitcheo, antes del aragüeño.
“Fue una temporada inolvidable para mi carrera”, dijo Morales. “Venía de dos pésimas campañas, en las que me pregunté cuánto tiempo le quedaba a mi carrera. Fue una etapa en la que pasaban muchas cosas por mi mente. Pensaba hasta en escribirle a personas que jugaron conmigo y en este momento están de coaches, porque pensé que mi carrera se acabaría pronto. Sin embargo, estos premios me dan un nuevo impulso”.
Tras el serpentinero derecho, le tocó el turno a Miguel Socolovich, que recogió la estatuilla de su ausente compañero de Leones del Caracas, José Rondón, y también el suyo, como Set Up del Año, para poner un colofón de ensueño a su travesía como pelotero activo.
“Esta temporada para mí fue una sorpresa. Antes de comenzar la campaña, sólo quería repetir el campeonato con el Caracas, porque ese siempre fue mi retiro perfecto”, afirmó el caraqueño. “Pero el trabajo duro que he hecho estos tres últimos años, en los que he sufrido mucho del hombro, dio sus frutos. No pensé nunca que iba a tener esta actuación”.
A partir de ese momento, la vena emocional brotó en el aún relevista ante la mirada siempre cercana de sus familiares. Tal como lo fue en sus horas bajas.
“Cuando me lesioné la primera vez del hombro pensé en retirarme, porque duré todo un año sin sentirme bien. Hablé con mi esposa, y ella me dijo que me diera una oportunidad más. Así fue como pude mantenerme tres años más y terminar mi carrera de esta forma”, relató Socolovich, antes de quedarse sin palabras alrededor de un minuto por la emoción desbordada. “Mi familia es mi motor. Mi mamá, prácticamente me enseñó a jugar beisbol, porque me metió en una escuela desde los cuatro años de edad. Agradezco mucho tenerlos conmigo”.
Anthony Vizcaya, a su vez, también rindió testimonio de cómo, en su caso, superó problemas personales que le hicieron rendir por debajo de sus expectativas la campaña pasada, para convertirse en el primer tirador que combina el Set Up y el Cerrador del Año en su camino dentro de la LVBP, luego de una transición hacia el último inning que no le costó.
“Llegué al Magallanes sin la expectativa de cerrar juegos, porque hay que ganarse el puesto, teniendo en cuenta que me fue muy mal en el 2022”, reconoció el taponero. “Darwin Marrero (coach de pitcheo de Navegantes) me ayudó bastante a partir del Round Robin anterior. Todo fue muy rápido y tuve que cambiar el chip. Estaba fuera de enfoque, no llevaba ningún plan al montículo y eso fue lo que trabajé. Tenía que hacer el ajuste mental para no dejar que factores externos, con la familia, me afectaran”.
Andrés Chaparro, de igual forma, viajó desde Utah, Estados Unidos, ciudad donde se prepara para este 2024 con la organización de los Cascabeles de Arizona, tras encumbrarse como el Novato del Año de la pelota rentada local de invierno por su destacada actuación con Águilas del Zulia.
“No esperaba que el resultado de la votación fuese tan cerrado” dijo el toletero derecho sobre la elección de la prensa especializada que le hizo superar apenas por un punto a Carlos Rodríguez (Magallanes). “Agradezco mucho la ayuda de mis compañeros, y en especial de Alex Romero, por cada uno de sus consejos. Me llevo todos estos aprendizajes para EE.UU”.
José Moreno, por su parte, proclamado como Mánager del Año por segunda ocasión, recordó cómo a partir de una desilusión comenzó a formarse en él ese perfil distintivo de los pilotos, que son capaces de observar lo que no todos pueden.
“La organización a la que yo pertenecía como pelotero activo (Indios de Cleveland, a comienzos de la década de 1990) consideró que ya no me quedaba mucho más para escalar como jugador, pero yo siempre quise mantenerme ligado al beisbol”, mencionó el estratega de Margarita. “Mi norte fue tratar de aprender y hacer preguntas a todos los mánagers que tuve la oportunidad de tener en Cardenales, desde Domingo Carrasquel, que fue uno de mis mentores como pelotero y así fuimos evolucionando. Cuando me preguntaron por primera vez como quería seguir relacionado a la pelota,yo respondí que no quería ser ni coach de bateo, ni scout, sino mánager”.
Con la misma convicción que tuvo Moreno al inicio de su trayectoria como técnico, para definir un norte de vida, también habló del significado grupal que tiene un premio como el Alfonso “Chico” Carrasquel.
“Esto no se logra solo. El premio es individual, pero no lo ganamos si no contamos con Osmer Morales, Félix Doubront y las carreras empujadas del equipo, sin el trabajo de la gerencia, de los vigilantes, de los choferes”, dedicó el falconiano. “Este premio debería ser de Bravos de Margarita”.
Por último, subió José “Cafecito” Martínez para recoger el Jugador Más Valioso en el mismo tono genuino que ha empleado desde que fue anunciado: honrando a su madre, Evelyn González.
“A mi mamá, primero la engañé para informarle del premio, porque le dije que le tenía una mala noticia. Ella ha estado para mí en los momentos más duros, siempre con un mensaje de ánimo apoyo cada día”, relató el pelotero de Tigres de Aragua, antes de que la señora González tomara asiento en la silla del ganador, para hablarle de cerca con la voz entrecortada. “Te agradezco por todo el impulso que me das, no sólo a mí, sino a mis hermanos. Te amo y haré todo lo posible para que sigas sintiéndote orgullosa por mí, donde quiera que esté”.
Vía: Agencias