“Es pura harina”, así define Oriana (*), una maestra de una escuela del municipio Juan Germán Roscio Nieves, en el estado Guárico, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) de la institución donde trabaja.
El menú que se ofrece se compone de los pocos alimentos que llegan: arepas asadas, arepas dulces con mantequilla, arroz y pasta. Las sardinas y la mortadela son los acompañantes más frecuentes.
“El pollo no llega siempre. Cuando se tiene, las cocineras les hacen salsas y guisos para estirarlo. De bebida se suele dar la chicha que viene en las bolsas”, indica la maestra.
Los aliños como cebolla, ají o tomates, son en su mayoría colaboración de los padres, a quienes cada cierto tiempo se les pide que lleven lo que esté en sus posibilidades.
La entrega de la comida tampoco es diaria, debido a que la cantidad que llega al plantel no alcanza. “A veces se da un día o dos. Todo depende de la cantidad de cosas que lleven”, dice.
Pese a ser creado por el Ministerio de Educación en 1996 para garantizar que niños, niñas y jóvenes tuvieran una alimentación balanceada, la docente sostiene que las comidas preparadas para los estudiantes se alejan de ello.
Anteriormente, se podía encontrar una variedad de recetas y sugerencias saludables en la página oficial de la Corporación Nacional de Alimentación Escolar (CNAE), ente encargado del PAE. Sin embargo, esta ya no se encuentra disponible.
Datos recolectados por la ONG Hum Venezuela durante 2023 aseguran que 34,7 % de los niños, niñas y adolescentes enfrentaba altos riesgos de déficit nutricional, dentro o fuera del sistema escolar, como consecuencia de no contar con una alimentación continua y adecuada en hogares con altos niveles de pobreza, o por no recibir alimentos en las escuelas; en un 56,6 % sin acceso al PAE, incluido un 44,8 % de niños y niñas menores de cinco años de edad con desnutrición crónica o aguda.
Crónica.Uno conversó con varios docentes para conocer si en las instituciones en las que trabajan funciona, o no, el programa de alimentación que, según cifras del Ministerio de Alimentación en 2022, garantizaría la atención para 23.353 escuelas y 4.590.860 estudiantes del sistema educativo.
A punta de colaboración
Danna (*), una maestra de Filas de Mariche, denuncia que lo recibido no les garantiza una alimentación correcta a los estudiantes, puesto a que, en ocasiones, en el plantel no reciben ni la mitad de los rubros que traen las bolsas entregadas por las distribuidoras públicas Mercados de Alimentos (Mercal) y la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval).
“En diciembre solo nos dieron arroz, harina y pollo. Como no era suficiente, las maestras colaboramos con sardinas en lata, huevo o queso para rellenar las arepas de los niños. Donamos lo que podemos”, relata.
Los estudiantes del centro educativo que participan en ambos turnos no tienen acceso al PAE todos los días.
“Si yo trabajo lunes y miércoles, uno de esos días le dan a mi grupo y a otro que le toca. Así todos reciben”, ejemplifica.
En otras instituciones, la colaboración va por parte de los representantes.
“Allí no dan muy buenas comidas. A veces en el desayuno les dan que si bollitos con atún y ensalada, o pollo con ensalada y pasta. En ocasiones les dan arroz con granos”, cuenta Yessica, madre de cuatro niños que estudian en una escuela en El Paraíso.
Asegura que en el menú de la escuela se incluyen ensaladas, vegetales y aliños para sazonar las comidas, gracias a que los padres los llevan.
“También nos piden colaborar con otras cosas como materiales de limpieza o para el arreglo de pupitres”, indica la representante. Agrega que el plantel se mantiene gracias a los padres y el personal de la misma institución.
Estirar para que rinda
Contrario al caso de la maestra Danna, Rebeca (*), trabajadora de una escuela de educación especial ubicada en Caricuao, afirma que la llegada del PAE sí es regular.
No obstante, la duración de los alimentos es de aproximadamente 20 días, por lo que no puede asegurarse la comida de los estudiantes durante todo el mes.
En cuanto a las proteínas, lo que más se recibe son sardinas y mortadela, por lo que los almuerzos más comunes son: pasta con sardinas, arroz con mortadela guisada y el pollo en ocasiones.
“Acá lo que hay son 18 alumnos, entonces se puede estirar la comida, pero lo malo es que se les da todo así, medio pelado porque no hay para hacer una salsita, ni nada”, dice.
Agrega que otros estudiantes no se comen la comida, pero siempre se la llevan a sus casas.
Ni el rastro
“Eso no se ha visto en la escuela desde antes de la pandemia”, asegura Aida (*), una docente de la Unidad Educativa Distrital Graciela Navas Tovar, ubicada en la carretera vieja La Guaira.
La educadora sostiene que cuando el beneficio llegaba al plantel, las cocineras preparaban recetas con lo poco que recibían: bollitos con queso, arepa con mantequilla, Lactovisoy y pasta aliñada o arroz “que rara vez” tenía salchichas. La llegada del pollo, o algún otro tipo de proteína animal era algo esporádico.
Indira(*), otra educadora de la institución, recuerda que en ese entonces, el beneficio alimentario no alcanzaba para la matrícula, que consta de un aproximado de 800 estudiantes.
“En nuestra escuela la llevaban normalmente todas las semanas, pero alcanzaba para tres días como mucho”, dice.
Por otra parte, asevera que cuando dejaron de entregar comida, la asistencia estudiantil no bajó. “Lo que sí pasa es que de repente viene alguna mamá y dice que no mandó a su hijo porque ese día no tenían qué comer, o por falta de pasajes”, lamenta.
A través de una encuesta aplicada durante el primer lapso del período escolar 2023-2024 a 79 escuelas de los estados Anzoátegui, Apure, Bolívar, Distrito Capital, Lara, Miranda y Zulia, la Asociación Civil Con La Escuela determinó que 34,78 % de los docentes encuestados indicó que el Programa de Alimentación Escolar no está activo en sus planteles.
En cuanto a su funcionamiento, el reporte publicado el pasado 16 de diciembre de 2023 indicó que el PAE solo está activo en 29,74 % de las escuelas.
Entre las cifras más alarmantes se encuentran las del oriente del país, donde ninguna de las escuelas encuestadas reportó tener el PAE activo.
Con información de Crónica Uno