Los parques de atracciones Disney son uno de los destinos de turismo familiar más importantes del mundo. Reciben a miles de personas cada día que quieren disfrutar de sus montañas rusas y sus espectáculos, pero que también desean pasear por el castillo de La Bella Durmiente, hacerse una foto con Mickey o ver de cerca a algunas de sus famosas princesas.
Eso supone que, cada año, millones de personas pasan por taquilla y, para que el negocio sea redondo, todo está calculado al milímetro. Los precios, los aforos, el tamaño de las atracciones… incluso los cuartos de baño, como te explicamos en el artículo sobre por qué no hay espejos en los parques Disney. Ahora, sabemos que los colores de las construcciones tampoco son aleatorios.
Los responsables de los parques Disney quieren que cada visita sea especial y, por eso, tratan de hacer desaparecer algunos objetos que, por otra parte, son imprescindibles. Por eso, las vallas, las papeleras o los edificios que no están relacionados con las atracciones y en los que trabajan los empleados administrativos están todos pintados en unos determinados colores.
Colores que hacen desaparecer cosas
Tal y como se puede ver en un vídeo que se ha compartido millones de veces en TikTok, buena parte de las construcciones objetos de los parques Disney están pintados en dos tonos: un verde grisáceo y un azul celeste. Y no es que sean colores demasiado bonitos para llamar la atención de los visitantes, sino todo lo contrario: están pensados para pasar desapercibidos.
El objetivo es que el ojo humano no repare en ello y sí en lo que da rendimiento económico
Esos dos colores se utilizan para pintar las vallas que rodean el recinto, los edificios que no deben llamar la atención o, incluso, las papeleras. El objetivo es que el ojo humano no repare en ellos y, en cambio, sí lo haga en otros lugares mucho más coloridos y, por tanto, interesantes desde el punto de vista de Disney: atracciones, tiendas restaurantes, etc. Es decir, aquello que sí da rendimiento económico.
Disney quiere que el recuerdo de los visitantes sea imborrable y, por tanto, que se queden con las cosas más bonitas del parque. Por eso, hace «desaparecer» todo aquello que es imprescindible para el funcionamiento del complejo, pero que no aporta nada a quien paga la entrada. Una muestra más de que todo está pensado hasta el más mínimo detalle.
Con información de El Confidencial