La depresión en ancianos a menudo pasa desapercibida, camuflada por otros problemas de salud derivados de la edad pero su impacto en las personas mayores es significativo, afectando su calidad de vida y bienestar emocional, por lo que la identificación temprana de la depresión es crucial para establecer un correcto diagnóstico y un tratamiento efectivo.
Para ello es necesario conocer algunos de los síntomas más comunes como los cambios en el estado de ánimo como la tristeza, la sensación de desesperanza y la irritabilidad. También es frecuente la alteración en el sueño con dificultades para conciliar el sueño o despertarse frecuentemente durante la noche o dormir demasiado.
Asimismo, los ancianos con cuadro depresivo pueden presentar una pérdida o aumento de peso sin cambios aparentes en la dieta, síntoma que puede reflejar tanto un descuido de la alimentación por abatimiento como un intento de sentirse mejor emocionalmente a través de la comida. Además, en algunas ocasiones, los ancianos deprimidos pierden interés en actividades sociales y evitan participar en eventos familiares.
La sensación permanente de cansancio, la falta de energía y la dificultad para llevar a cabo actividades diarias pueden ser un síntoma de malestar emocional. La depresión en ancianos también puede llevar asociadas, en algunos casos, dificultades de concentración, olvidos frecuentes y una más que evidente lentitud en la toma de decisiones, lo que puede afectar a la capacidad para realizar tareas diarias de manera eficiente.
Por otro lado, los ancianos que sufren depresión suelen quejarse de dolores, molestias gastrointestinales y otros síntomas somáticos que no tienen una explicación médica. Así, la falta de motivación ante actividades que solían ser placenteras, así como la pérdida de alegría y entusiasmo por la vida también merecen una atención especial.
Por último, los ancianos deprimidos pueden tener comentarios recurrentes acerca de sentirse inútiles y, si la persona mayor verbaliza que tiene deseo de morir, requiere de una evaluación médica inmediata. El descuido en la higiene personal y la falta de interés en el autocuidado pueden ser indicativos de una pérdida de motivación y autoestima asociadas con la depresión.
Con información de Infosalus