Desde pequeños golpes hasta traumatismos agudos, las rodillas son una de las partes del cuerpo más propensas a lastimarse. Esto es así especialmente en el caso de los deportistas. Siempre es importante buscar ayuda profesional ante este tipo de dolencias. Por lo pronto, te traemos algunos consejos útiles para prevenir las lesiones en las rodillas y las principales alternativas de tratamiento.
¿Cuáles son las principales causas las lesiones en las rodillas?
La rodilla es una articulación muy compleja y puede experimentar dolor por múltiples razones. Los ligamentos, músculos y tendones que se encuentran situados en esta articulación, son bastante resistentes, puesto que sirven como auténticos amortiguadores de nuestro peso. No obstante, son muy susceptibles también a las lesiones. Estas son las causas más frecuentes:
- Impactos o movimientos bruscos al momento de realizar actividad física, que pueden dar lugar a esguinces o torceduras.
- El exceso de ejercicios, que trae como consecuencia la inflamación de los tendones.
- Cambios de ritmo bruscos durante la actividad deportiva, muy frecuentes en disciplinas como el fútbol, rugby o esquí.
- Desequilibrios musculares, tensión y problemas de alineación de las piernas.
- Desgaste cotidiano derivado de actividades como caminar, levantar objetos o agacharse.
- Problemas vinculados al envejecimiento, incluyendo enfermedades degenerativas como artrosis, artritis reumatoide o gota.
- Obesidad, debido a que las personas con sobrepeso ejercen una mayor presión sobre las articulaciones y aceleran el deterioro del cartílago.
- Mala postura ocasionada por el uso de calzado inadecuado.
Consejos para prevenir lesiones rodillas
Si bien las lesiones de rodilla son bastante frecuentes, en la mayoría de casos es posible prevenirlas. Eso lo sabemos muy bien en Ortopedia Queraltó. Por ello, nuestros especialistas te ofrecen algunas sugerencias para, en la medida de lo posible, prevenir lesiones rodillas:
Calentar antes del ejercicio
Tómate unos minutos para calentar antes de realizar ejercicio o practicar algún deporte. El warming ayuda a elevar la temperatura de los músculos, hace fluir la sangre y mejora la movilidad del cuerpo. Te recomendamos empezar con movimientos ligeros de calistenia, trote y saltos leves.
Hacer actividad física con regularidad
El riesgo de sufrir lesiones en las rodillas será mucho menor en la medida que tus músculos se mantengan fuertes y flexibles. La clave de ello no es otra cosa que el entrenamiento constante. Los ejercicios de fortaleza y estabilización (como las pesas) te serán de gran ayuda, en la medida que uses la técnica adecuada.
Estirar
De la misma forma que es vital realizar el estiramiento antes de hacer deporte, también es importante después. Son útiles para reducir la tensión muscular acumulada y mejorar tu flexibilidad. Recuerda incluir en tu rutina ejercicios de estiramientos tanto estáticos como dinámicos.
Evitar movimientos bruscos
Cada vez que frenas de golpe una carrera, cambias de dirección con agresividad o pones demasiada carga en las pesas, el tendón rotuliano se lleva la peor parte. Esto da lugar a dolores al momento de flexionar la rodilla. Está bien que subas la intensidad cuando entrenas, pero es mejor hacerlo de forma progresiva.
Calzado adecuado
El uso de zapatos cómodos y con buen ajuste ayuda a que las piernas se mantengan bien alineadas y equilibradas. Por supuesto, es importante que el calzado sea acorde a la actividad que realizas.
Con información de Ortopedia