La insatisfacción con el tamaño de la frente es un problema común para muchas personas, lo que a menudo se refleja al mirarse en el espejo. Aunque los peinados con flequillo pueden ofrecer una solución temporal, aquellos con complejos persistentes pueden buscar alternativas más permanentes, y es aquí donde entra en juego la cirugía de reducción de frente, conocida como frontoplastia.
Aunque la frontoplastia no es tan conocida como algunas cirugías estéticas más comunes, como el aumento de pecho o la rinoplastia, su impacto en la apariencia general del rostro puede ser significativo, similar a la mentoplastia. Sin embargo, la falta de información fácilmente disponible en Internet puede contribuir a que esta opción pase desapercibida para muchas personas.
¿Qué implica la Frontoplastia?
La frontoplastia es una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia general o local, dependiendo de la preferencia del cirujano y el paciente. Durante la cirugía, que generalmente tiene una duración de una a una hora y media, se elimina una franja de piel a lo largo de la línea del cabello. Luego, la piel del cráneo se eleva hasta las cejas y se tensa hacia arriba, cosiendo los bordes para fijarla. Además de reducir el tamaño de la frente, esta cirugía también eleva el arco de las cejas y los párpados, contribuyendo así a una apariencia frontal más compacta.
¿Para quién es efectiva la Frontoplastia?
Para lograr resultados satisfactorios, es crucial que los pacientes que consideren la frontoplastia no tengan antecedentes familiares de pérdida de cabello o cabello frágil. También es esencial tener expectativas realistas, ya que el avance medio logrado suele ser de unos 2.5-3 centímetros, dependiendo de la elasticidad de los tejidos del paciente. Se realiza una evaluación previa de los tejidos para que el paciente tenga una comprensión clara de los resultados esperados. Las preocupaciones sobre las cicatrices también son comunes, ya que la incisión en el nacimiento del cabello puede ser visible si no se realiza cuidadosamente. Una técnica adecuada y múltiples incisiones pequeñas en el hueso ayudan a evitar tensiones en la piel y posibles complicaciones, como la caída del cabello.
Consideraciones antes de la intervención
Antes de decidirse por la frontoplastia, es esencial investigar y conocer los trabajos previos del profesional, así como las opiniones de pacientes anteriores. Una consulta previa con el cirujano es crucial para evaluar las circunstancias individuales del paciente, discutir los objetivos de la intervención y llegar a un consenso sobre el procedimiento. La elección de un profesional con experiencia y un entendimiento claro de las expectativas del paciente es fundamental para el éxito de la frontoplastia.
Con información de Harper’s Bazaar
