La Policía alemana halló explosivos y armas de guerra, como una granada propulsada y un fusil automático Kaláshnikov, durante el registro del apartamento en el que fue detenida el lunes la antigua terrorista de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) Daniela Klette.
Según ‘Der Spiegel’, la Policía Criminal de Baja Sajonia y la Fiscalía de Verde informaron del hallazgo de explosivos, piezas de munición en forma de una granada propulsada, el Kaláshnikov, una metralleta y una pistola en la vivienda en la que Klette se escondía en el distrito berlinés de Kreuzberg hasta que fue detenida el lunes tras 30 años en busca y captura.
La víspera la Policía de Berlín informó en la red social X de que se había encontrado una granada en el apartamento, situado en un edificio de siete pisos y que fue transportada a otro lugar y desactivada. También informó de «otros objetos».
El hallazgo de la granada obligó a la evacuación de los residentes del edificio y de otro colindante a un centro deportivo cercano, donde tuvieron que pasar la noche.
Klette, de 65 años, residía bajo una identidad falsa en Berlín, donde fue detenida gracias a una pista recibida en noviembre del año pasado.
La mujer pertenecía al grupo conocido también como la banda Baader-Meinhof, el grupo de corte marxista que propugnaba la lucha armada estuvo activo entre las décadas de 1970 y 1990 y se le imputan al menos 33 asesinatos, así como secuestros y atentados con explosivos.
El trío formado por Klette y por sus compañeros Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg está acusado de intento de homicidio y de varios robos con violencia cometidos después de pasar a la clandestinidad tras la disolución de la RAF en 1998.
Desde entonces, la Justicia alemana nunca ha cejado en el intento de dar con el paradero de los conocidos entretanto como ‘pensionistas de la RAF’.
Las autoridades alemanas sospechan actualmente que también Garweg y Staub se encuentran escondidos en Berlín.
La hipótesis de los investigadores es que el trío vivió en Alemania al menos entre 1999 y 2016 con la ayuda de terceros y cometió en ese periodo varios atracos con violencia, no por motivos políticos sino para financiar su vida en la clandestinidad.
El grupo pertenecía a la conocida como ‘tercera generación’ de la RAF, un grupo responsable entre otros del asesinato del fiscal general del Estado Siegfried Buback y en 1989 del presidente de Deutsche Bank Alfred Herrhausen, en un atentado con explosivos.