Hace ya varios meses que llevamos viendo en TikTok a muchos usuarios practicar el ejercicio de moda: el mewing. Cientos de vídeos virales enseñan cómo realizar esta técnica mientras posamos para un selfie, consiguiendo que nuestra mandíbula luzca definida y perfecta.
Sin embargo, no se trata solo de un truco para salir mejor en las fotos. Dicen que, practicada de manera habitual, la técnica ayuda a definir la línea de la mandíbula, reducir la papada e incluso alinear los dientes.
Al parecer y según explican algunos expertos, si se mantiene la posición la mayor cantidad de tiempo posible hasta que se convierta en un hábito y se realice de forma natural, se consigue afinar la mandíbula y eliminar la papada. Sin embargo, hasta ahora ningún estudio científico ha logrado aclarar si esto funciona realmente.
Tiene su origen en los años 70
Lo cierto es que esta técnica nació de la mano del ortodoncista John Mew en los años 70. Este, tal y como recoge el medio The New York times, empezó a tratar a los niños que acudían a su clínica con un tratamiento alternativo diseñado por él llamado «ortotropía». Con él prometía no solo alinear los dientes sino también «mejorar su rostro».
La ortotropía se basa en la idea de que la postura oral puede influir en el desarrollo facial, mejorar la forma de la mandíbula e incluso la alineación de los dientes. A través de ciertas prácticas, como la expansión del paladar y una postura oral correcta, se pretende guiar el crecimiento facial hasta conseguir un rostro perfecto.
Jonh Mew practicó la ortotropía durante 30 años, pero esta técnica no se popularizó hasta el año 2012, cuando Mike Mew, el hijo de este ortodoncista, comenzó a difundirla en su canal de YouTube.
Jorge Ángel, un enfermero bastante conocido en TikTok, alertaba de las contraindicaciones que esta práctica puede tener ya que «puedes apretar los dientes y esto hace que se desgasten más». Además, «te puede producir dolor de mandíbula y cuello, y puede subir perfectamente a la cabeza», concluía.
Con información de La Sexta