Un equipo de historiadores y arqueólogos germano-polacos aficionados han descubierto por casualidad los restos de cinco personas, entre ellas un recién nacido, durante unas excavaciones en la antigua casa del mariscal del Tercer Reich Hermann Göring, informó este martes el semanario ‘Der Spiegel’.
A todos los cuerpos les faltaban manos y pies, de acuerdo con este medio, que recalca que el antiguo cuartel general nazi ‘Wolfsschanze’, en el noreste de Polonia, “sigue siendo un lugar terrorífico y tenebroso”.
Está situado en medio de un páramo boscoso y consta de enormes búnkeres y restos de edificios, ahora cubiertos de musgo, que atraen a más de 200.000 turistas cada año.
“Nos quedamos completamente sorprendidos”, afirmó Oktavian Bartoszewski, que publica la revista ‘Reliquias de la Historia’, muy popular entre buscadores de tesoros y exploradores en Alemania.
Bartoszewski y sus colegas llevan años trabajando con la organización de investigación ‘Fundacja Latebra’ en el terreno del antiguo cuartel general nazi.
Durante sus visitas, el equipo germano-polaco se topó repetidamente con objetos de los nazis, entre ellos vajillas, herramientas y otras pertenencias personales.
Las ruinas de la casa de Göring se consideraban investigadas a fondo, pero uno de los investigadores, Jens Hfalek, observó indicios de un antiguo suelo de madera y empezó a excavar.
El grupo encontró tuberías de agua y un fragmento de cráneo humano a unos diez centímetros bajo tierra.
El equipo detuvo el trabajo e informó a la policía, pero cuando siguió excavando encontró los restos de cinco personas.
Según los forenses, tres adultos, un adolescente y un bebé. Es posible que fuera una familia la que estuviera enterrada bajo tierra en la casa de Göring, indica el medio alemán.
Según Bartoszewski, es probable que los cuerpos fueran arrojados después de la construcción de la casa.
“Los que colocaron las tuberías deberían haber descubierto los restos humanos”, afirmó. Incluso es posible que Göring supiera de la existencia de los muertos.
Sin embargo, también es posible que los cuerpos no fueran enterrados hasta el final de la Segunda Guerra Mundial o que fueran víctimas de un asesinato que no tuviera nada que ver con los nazis.
El hallazgo está siendo investigado por la Fiscalía.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler pasó más tiempo en la ‘Wolfsschanze’, compuesta por unos 200 edificios, que en ningún otro lugar, en total más de 800 días, recuerda ‘Der Spiegel’, y allí estuvo a punto de morir en el atentado con bomba que efectuó el oficial Claus Schenk von Stauffenberg el 20 de julio de 1944.
Vía: EFE