En Venezuela el acoso escolar, conocido como bullying, es un tema que ha estado en la mira de las autoridades desde hace unos años. A finales de 2023, la organización no gubernamental (ONG) Centros Comunitarios de Aprendizajes (Cecodap) advirtió sobre el aumento de casos entre niños, niñas y adolescentes en el país.
En el país, el llamado chalequeo es una práctica común que se caracteriza por realizar bromas o burlas entre amigos, sin embargo, en algunos casos puede convertirse en un comportamiento agresivo que genera consecuencias para la salud mental de la víctima.
“La línea divisoria entre chalequeo y bullying es muy delgada, existen algunos indicadores clave que permiten distinguirlas, aunque eso va a depender de cómo afectan los comentarios, sean en tonos de chiste o no, al afectado”, explicó para El Diario el psicólogo Eduardo González.
Uno de los indicadores está relacionado con la intención y el ambiente en el que se compartan los comentarios, por ejemplo, si se busca causar daño o humillar intencionadamente se considera que es bullying.
El chalequeo en cambio no suele causar daño emocional, puede originar risas hasta en la persona que recibe los comentarios.
“El venezolano suele burlarse hasta de sí mismo, es algo que está arraigado en nuestra idiosincrasia. Pero hay bromas que traspasan los límites e incluso pueden provocar depresión, ansiedad o hasta el suicidio, sobre todo si se trata de ataques constantes”, agregó el experto.
La frecuencia y la intensidad de las burlas es otro indicador que diferencia el chalequeo del bullying, en el primer caso suele ser ocasional y el segundo es un comportamiento repetitivo y hostil.
Consecuencias del bullying
El bullying puede tener consecuencias sobre la víctima como: tener baja autoestima, sufrir de depresión y ansiedad, presentar problemas en el rendimiento académico, la aparición de pensamientos suicidas o la necesidad de autolesionarse.
El especialista agregó que el bullying incluso puede pasar a ser físico y usualmente comienza en los colegios.
“El acoso escolar es un problema grave, los adultos, los padres, los encargados de la institución deben vigilar a los niños para evitar que este tipo de situaciones se incremente hasta llegar a la violencia física. Se han visto casos de golpizas, de empujones, de que lanzan cosas a otros, eso en definitiva es bullying y acarrea una sanción disciplinaria, incluso penal”, enfatizó el doctor González.
Los niños suelen evitar hablar del tema por temor a ser vistos como débiles, por la reacción que puedan tener los adultos o por inseguridad de que denunciar aumente el problema. No obstante, la recomendación es que si una persona se siente víctima de bullying, busque ayuda en un adulto de confianza.
Para prevenir las consecuencias en la salud mental, el experto insiste en que es un esfuerzo colectivo que requiere la participación de todos los actores de la sociedad.
“Todo comienza con fomentar el respeto en el hogar, luego en la escuela y le sigue la comunidad. De esa forma se crea la sociedad, pero ¿quién vela que esto se cumpla? El Estado, al que también le corresponde crear campañas, visitar las escuelas, concientizar sobre la diferencia entre el chalequeo y el bullying y crear leyes que protejan a las personas”, indicó el psicólogo.
¿Dónde denunciar un caso de bullying en Venezuela?
De acuerdo con la Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna), la mediación debe ser el primer paso una vez se identifique un caso de bullying dentro del ámbito escolar.
Si con este paso, en el que deben estar presentes los padres tanto del victimario como del afectado y los representantes del colegio, no se logra un cese de la violencia, se debe acudir a instancias mayores que velen por la seguridad del niño o adolescente.
La denuncia se puede hacer ante los organismos del Estado encargados de velar por los derechos de los menores de edad:
-Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente
-Defensoría del Niño
-Ministerio Público
-Organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos del niño, niña y adolescente, como Cecodap
-La policía municipal
– A través de la mediación de psicólogos o abogados.
Con información de El Diario
