Crean un gel antiresaca que protege de los efectos nocivos del alcohol

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Foto: Archivo

El alcohol es una sustancia tóxica que provoca la muerte de alrededor de tres millones de personas cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también alerta de que se trata del principal factor de riesgo de mortalidad prematura y discapacidad en personas de entre 15 y 49 años. Consumir grandes cantidades regularmente es perjudicial para la salud y contribuye al desarrollo de enfermedades hepáticas, inflamación del tracto gastrointestinal y cáncer.

Ahora, un equipo de investigadores del ETH Zurich ha desarrollado un gel a base de proteínas que descompone el alcohol en el tracto gastrointestinal sin causar daño al organismo, por lo que, en el futuro, las personas que tomen este gel podrían reducir los efectos nocivos e intoxicantes del alcohol.

La mayoría del alcohol ingerido se introduce en el torrente sanguíneo a través de la membrana mucosa del estómago y los intestinos. A consecuencia de ello, incluso pequeñas cantidades de alcohol afectan a la capacidad de concentración y reacción, aumentando el riesgo de accidentes. Los investigadores han demostrado en ratones que el gel convierte el alcohol rápida y eficientemente en ácido acético antes de que entre en el torrente sanguíneo y cause sus efectos dañinos e intoxicantes. Sus hallazgos se han publicado en Nature Nanotechnology.

El gel combate las causas y síntomas del consumo nocivo de alcohol

“El gel transfiere la descomposición del alcohol del hígado al tracto digestivo. A diferencia de cuando el alcohol se metaboliza en el hígado, no se produce acetaldehído nocivo como producto intermedio”, ha explicado el profesor Raffaele Mezzenga del Laboratorio de Alimentos y Materiales Blandos de la ETH Zurich. El acetaldehído es tóxico y es responsable de muchos problemas de salud provocados por el consumo excesivo de alcohol.

En el futuro, el gel podría tomarse por vía oral antes o durante el consumo de alcohol para prevenir que los niveles de alcohol en sangre aumenten y que el acetaldehído dañe el cuerpo. A diferencia de muchos productos disponibles en el mercado, el gel combate no solo los síntomas del consumo nocivo de alcohol sino también sus causas.

Sin embargo, el gel solo es efectivo mientras el alcohol esté en el tracto gastrointestinal, por lo que no puede hacer mucho en casos de intoxicación etílica una vez que el alcohol ha entrado en el torrente sanguíneo. Tampoco ayuda a reducir el consumo general de alcohol. “Es más saludable no beber alcohol en absoluto. Sin embargo, el gel podría ser de especial interés para las personas que no quieren dejar el alcohol por completo, pero no quieren ejercer presión sobre su cuerpo y no buscan activamente los efectos del alcohol”, dice Mezzenga.

Menor daño hepático en los ratones que consumieron el gel

Los investigadores usaron proteínas de suero comunes para producir el gel. Las hirvieron durante varias horas para formar fibrillas largas y delgadas. Luego, agregaron sal y agua como solvente para que las fibrillas se entrelacen y formen un gel. La ventaja del gel sobre otros sistemas de administración es que se digiere muy lentamente. Pero para descomponer el alcohol, el gel necesita varios catalizadores.

Los investigadores utilizaron átomos individuales de hierro como el principal catalizador, distribuyéndolos uniformemente sobre la superficie de las fibrillas proteicas. Se necesitan pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno para desencadenar esta reacción en el intestino. Estas se generan mediante una reacción previa entre la glucosa y nanopartículas de oro.

“El gel podría ser de especial interés para las personas que no quieren dejar el alcohol por completo, pero no quieren ejercer presión sobre su cuerpo y no buscan activamente los efectos del alcohol”

Los investigadores empaquetaron todas estas sustancias –hierro, glucosa y oro– en el gel, lo que produjo una cascada de reacciones enzimáticas que finalmente convierte el alcohol en ácido acético. Probaron la efectividad del nuevo gel en ratones que recibieron alcohol una sola vez, así como en ratones que recibieron alcohol regularmente durante 10 días.

Con información de WebConsultas