El crecimiento económico que especialistas y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectan para Venezuela en 2024 y que se sitúa en un promedio de 4% anual, no llegará al sector construcción en el ámbito de las empresas privadas.
Se trata de un área de desarrollo que en 2023 cerró con un declive de 98% y la pérdida de poco menos de un millón 700 mil puestos de empleo.
Del millón 700 mil puestos de empleo que mantuvo el sector en los últimos años, para 2024 apenas alcanza una nómina de no más de 40 mil trabajadores. “A esto nos referimos cuando hablamos de un descenso de 98%”, afirma Francisco Pimentel, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC).
Precisamente, Pimentel no augura mejoras por lo menos para 2024 y las razones van más allá de la situación económica actual del país, se trata de un sector que estará al margen del resurgir económico proyectado para este año debido a trabas de tipo legal y estructural.
Marcos legales que, según indica el presidente del gremio, atentan contra el desarrollo del sector y que ha ocasionado la imposibilidad de concretar proyectos habitacionales desde el sector privado, así como la migración interna de empresas constructoras hacia otras ramas de la economía para poder subsistir.
Sin posibilidad de construir
El déficit habitacional en Venezuela, según cifras de la Cámara Venezolana de la Construcción en 2022, es de 2 millones 200 mil viviendas, unos números que Francisco Pimentel advierte que se mantienen en la actualidad y que no incluyen las que deben repararse o mejorarse debido a deficiencias en infraestructura.
De estas cifras, indica el vocero gremial, no hay certezas en cuanto a la cantidad de viviendas que se están construyendo desde el sector público. “Hay proyectos de la Misión Vivienda que están paralizados y otros que están culminando, dependiendo de la región del país”, subraya.
También indica que, en zonas urbanas y rurales, hay viviendas que tienen deficiencias severas de servicios públicos falta de vialidad o que la construcción no es la más adecuada. “Esas viviendas deberían ser sustituidas por unas de mejor calidad”, resalta.
Y bajo este panorama, más allá del contexto económico, la imposibilidad de reflotar este sector radica en marcos legales que juegan en contra y que el presidente de la CVC advierte que son muy “restrictivos”.
Al ofrecer detalles, indica que se trata de dos leyes en particular. La Ley del Deudor Hipotecario, del año 2007, y en específico en su artículo 23, el cual establece la prohibición de la venta de viviendas en moneda extranjera.
“Entonces, en un país donde cualquier desarrollo inmobiliario se demora tres o cuatro años en culminar, donde hay devaluación de la moneda y que atraviesa procesos inflacionarios, vender a precios fijos en bolívares es imposible, porque al final de esos tres o cuatro años que demore en construir las viviendas, el precio va a estar totalmente devaluado”, detalla.
El segundo marco legal al que apunta Pimentel es la Ley Contra la Estafa Inmobiliaria, sobre todo en su artículo 24, el cual establece que el precio de la venta de la vivienda, en construcción o aún no construidas, se calculará en base a la sumatoria de el valor actual del terreno sobre el cual se edificará, el costo total de la obra incluyendo urbanismo, áreas accesorias, servicios y equipamiento urbano.
“Entonces, no hay una utilidad, porque para efectos del Gobierno, la construcción de vivienda es un ente no lucrativo. Pero, desde el punto de vista del sector privado, todos tenemos empresas que mantener en pie, obreros que pagar, familias que mantener, maquinarias que reponer. Entonces, eso de que no tengas utilidad en una construcción de una vivienda no tiene sentido porque cualquier empresa privada trabaja por un margen de ganancia”, explica.
Migrados o cerrados
A pesar del declive, el sector construcción se mantiene activo a nivel gremial. Francisco Pimentel apunta que muchas empresas del área migraron hacia otras actividades económicas para garantizar la supervivencia, mientras que otras cerraron definitivamente.
El dirigente gremial refiere que, dos años atrás, hubo un pequeño incremento en la actividad del sector, generado por la edificación a gran escala de restaurantes.
“En ese momento todo el mundo estaba remodelando y abriendo restaurantes y eso movió algunas cosa. Pero se trata de algo que no es sustentable en el tiempo, como en efecto pasó. Y en estos momentos realmente no hay un mayor movimiento. Aparte que bueno, por ser un año electoral, la gente anda con mucha cautela en los niveles de inversión”, explica.
Por ello, en la realidad actual del gremio, el vocero apunta: “en la Cámara de Construcción hay empresas que se han retirado, que han venido cerrando, y otras han migrado a otras áreas de servicio distintos al sector de construcción. Pero, las principales y grandes empresas, las que construyeron infraestructura en el país y esas siguen en pie, están con nosotros, y nos están apoyando en la Cámara para tratar de generar cambios”.
Apunta que se trata de un gremio que actualmente “es muy activo, a pesar de lo golpeado que está. Es un gremio en el que la gente se mantiene y hay mucho apoyo y mucha búsqueda de soluciones para que esto se realice”.
“No estamos en la agenda prioritaria”
A pesar del panorama actual, el gremialista insiste en que la reactivación definitiva del país incluirá al sector de construcción en todos los ámbitos: salud, educación, infraestructura.
“Todo el crecimiento del país, la parte de los servicios que están hoy en día tan golpeados, electricidad, agua y todo eso, pasará principalmente por la Cámara de la Construcción”, sentencia.
Sin embargo esto no será a corto plazo ya que para ello se requieren reformas a los marcos legales que retrasan el avance en el sector. Al respecto, afirma que han buscado establecer acuerdos con el Gobierno nacional.
“En el Ministerio de Vivienda nos han atendido, nos oyen, nos piden papeles, nos piden informaciones. Pero esto hay que trabajarlo en conjunto con la Asamblea Nacional, donde también le hemos llevado estas modificaciones de ley. Pero bueno, no estamos todavía en la agenda de ellos como algo prioritario”, resalta.
El pasado 30 de abril, desde el estado Miranda y durante el 13º aniversario de la denominada Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), el presidente Nicolás Maduro, anunció la construcción de dos millones de nuevas viviendas en un lapso de seis años.
Maduro informó sobre estas proyecciones mientras anunciaba la entrega de la vivienda número 4 millones 900 mil, cifra que difundieron los organismos oficiales en cuanto a la edificación de soluciones habitacionales en el país.
Con información de Banca y Negocios