Panamá firmará un convenio en los próximos días con la organización Médicos del Mundo-Francia (MDM-Francia) para prestar atención sanitaria a los migrantes en el Darién, informó este martes a EFE el Ministerio de Salud (Minsa) del país centroamericano.
El apoyo que prestará MDM-Francia cubrirá el espacio dejado por Médicos Sin Fronteras (MSF), a la que no se le renovó el convenio por discrepancias con las autoridades panameñas.
«Entre marzo y abril notificamos formalmente también con un comunicado de prensa que íbamos a entablar un convenio con Médicos del Mundo de Francia, de hecho ese convenio debe estar siendo firmado de aquí al viernes, (…) en una semana ese convenio está firmado», afirmó a EFE una fuente del Minsa que pidió el anonimato.
La misma fuente aseguró que «ese convenio ya es un hecho», y que aunque desconoce su duración, solo se espera recibir el visto bueno de Asesoría Legal para firmarlo «en los próximos días».
La entrada de la organización Médicos del Mundo en el Darién supondrá un importante apoyo para proporcionar atención sanitaria a los cientos de migrantes que cruzan a diario esa selva, frontera natural entre Colombia y Panamá, donde deben atravesar ríos o son víctimas de robos, violaciones o ataques de animales salvajes.
Las actividades de MSF en el Darién fueron suspendidas por el Gobierno panameño a inicios de marzo pasado, después de que se venciera un convenio bilateral y de que la ONG denunciara un aumento exponencial de las violaciones a migrantes en la selva.
Con la cifra récord de más de 520.000 migrantes atravesando el Darién en 2023, MSF denunció que hubo al menos 676 víctimas de violencia sexual en la selva que recibieron atención médica integral de la ONG, y añadió que solo el pasado enero registró 120 casos más, «un acto de violencia sexual cada tres horas y media».
La fuente del Ministerio de Salud repitió este martes el argumento contra MSF, quienes «violentaron o no cumplieron con algunas normas que estaban dentro del convenio» que se venció en diciembre, como la necesidad de presentarles los informes antes de hacerlos públicos.
Además, en el caso de las violaciones, recriminaron a la ONG pues cuando notificaban el abuso sexual, las víctimas ya «no estaban en el país porque no les interesaba que los investigaran, sino que querían avanzar».
Esto chocaba con las indicaciones del Ministerio Público (MP, Fiscalía), que pidió que «si alguien decía que había sido violentado sexualmente ya sea en Colombia o acá en territorio panameño, tenía que ser denunciado ante la autoridad competente», pero lo hacían tarde y no aportaban pruebas o nombres, solo una cifra, explicó.
«Ahora, ojo, nosotros seguimos trabajando en Darién, obviamente no nos alcanzan los brazos ni los doctores, eso es una realidad, eso no era negable y no era que no necesitábamos de Médicos Sin Fronteras, sino que ciertamente eso tenía unas cláusulas y las cláusulas tienen que respetarse, pero se sigue trabajando con Cruz Roja, que reforzó con más personal médico» y con otras organizaciones como Unicef, subrayó la fuente.
La magnitud del flujo migratorio, con más de 160.000 personas que han transitado por la jungla en lo que va del año, hace temer que este 2024 puedan ser hasta 800.000 los viajeros irregulares en tránsito que lleguen a Panamá, como alertó Unicef.
Con información de EFE