Los periodos menstruales dolorosos, también llamados calambres menstruales, son una causa común de dolor pélvico en la mujer, al igual que un motivo frecuente de consultas ginecológicas. En términos médicos se denomina ‘dismenorrea’, y se clasifica como primaria o secundaria en función de su causa.
El dolor está descrito como punzante y espasmódico, localizado en la parte inferior del abdomen, aunque a veces extendido hacia la espalda y los muslos. Casi siempre oscila entre leve y moderado, pero puede ser intenso e incapacitante. Si se da en ausencia de enfermedades subyacentes, se considera dismenorrea primaria; cuando se identifica una causa física, se cataloga como secundaria.
Ahora bien, ¿cómo distinguir cada una? Hay pequeñas diferencias en la manifestación del dolor que permiten sospechar entre un tipo y otro. En el siguiente espacio te contamos más sobre sus causas, síntomas, posibles tratamientos y cuándo es necesario acudir al médico.
Dismenorrea primaria
La dismenorrea primaria comienza dentro del primer o segundo año después de la menarquía (primera menstruación), y suele repetirse en cada ciclo menstrual, a lo largo de la vida reproductiva. El dolor se presenta a las pocas horas del inicio del sangrado menstrual —o un poco antes— y persiste hasta por 72 horas.
Una de sus principales características es que no tiene una causa específica y no se puede explicar con otras patologías ginecológicas o de los órganos pélvicos. Se cree que se da por las contracciones uterinas que ocurren durante la eliminación del sangrado y los elementos residuales del revestimiento del útero.
En este proceso, las células endometriales aumentan la liberación de prostaglandinas, que estimulan las terminaciones nerviosas del dolor e intervienen en la respuesta inflamatoria. A mayor liberación de esta sustancia, más es la intensidad de los cólicos.
Otros factores como las anomalías en la posición uterina, el orificio cervical estrecho y la ansiedad también están relacionados con esta forma de dolor menstrual.
La dismenorrea primaria es la más común. Se estima que tiene una prevalencia del 90 % en las adolescentes y del 50 % de las mujeres en etapa reproductiva.
Síntomas
- Está descrito como un dolor de leve a intenso, de tipo espasmódico, en la parte inferior del abdomen, a veces irradiado hacia la espalda o los muslos. A menudo es continuado, pero ocasionalmente se presenta de manera intermitente.
- El dolor tiene un patrón claro y cíclico, intenso durante el primer día y con una duración que oscila entre ocho y 72 horas.
- Puede coexistir con otros síntomas como dolor de cabeza, malestar general, dolor de espalda, náuseas y vómitos, sensibilidad en los senos, insomnio y aumento o disminución del apetito. También con alteraciones del estado de ánimo, como ansiedad, irritabilidad y síntomas depresivos.
Hay que destacar que estas manifestaciones clínicas varían en cada mujer. Mientras que algunas experimentan solo un dolor leve —apenas perceptible—, otras sufren cólicos muy fuertes que limitan sus actividades cotidianas. En cualquier caso, los síntomas suelen disminuir con la edad y luego del primer embarazo.
Dismenorrea secundaria
La dismenorrea secundaria son los calambres menstruales asociados a una enfermedad, una infección o una anomalía estructural subyacente de los órganos reproductivos o los tejidos alrededor de estos. Puede ocurrir en cualquier momento después de la primera menstruación, pero es más frecuente en mujeres entre los 30 y 40 años.
Al igual que la dismenorrea primaria, esta se manifiesta en diferentes intensidades de dolor (leve, moderado y severo). Sin embargo, este suele iniciar antes del ciclo menstrual y se prolonga por más tiempo que los cólicos típicos. En algunas mujeres, el dolor remite solo cuando el sangrado cesa por completo.
La causa más frecuente de este tipo de dismenorrea es la endometriosis (hasta un 29 %), una condición en la que el tejido endometrial crece por fuera del útero. Además de dolor intenso, esta condición provoca sangrados abundantes, problemas de fertilidad y sangrados intermenstruales.
Otras causas asociadas abarcan afecciones como las siguientes:
- Adenomiosis
- Cistitis intersticial
- Fibromas uterinos
- Quistes en los ovarios
- Pólipos endometriales
- Síndrome premenstrual (SPM)
- Enfermedad inflamatoria pélvica
- Infecciones de transmisión sexual
- Anomalías obstructivas y no obstructivas de los órganos reproductivos
La dismenorrea secundaria también es una de las complicaciones asociadas al uso del dispositivo intrauterino (DIU) hecho de cobre.
Síntomas
- Las características del dolor por dismenorrea secundaria son similares a las de la primaria. Se describe como un dolor agudo —o pulsátil— en la región de la pelvis, que puede extenderse por la espalda baja y las piernas. Sin embargo, casi siempre es más intenso y continuo que el dolor común.
- El dolor puede iniciar días antes del periodo menstrual.
- Se puede presentar de forma simultánea con dolores de cabeza, dolor de espalda, estreñimiento o diarrea y, ocasionalmente, náuseas y vómitos.
- De acuerdo a su causa subyacente, otros síntomas pueden ser la dispareunia (relaciones sexuales dolorosas), el sangrado poscoital, el sangrado entre periodos menstruales, los sangrados menstruales abundantes y la polaquiuria (necesidad de orinar repetidas veces en el día y la noche).