Con estos ejercicios podrás dormir mejor

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Una publicación en la revista científica PeerJ, el ejercicio mejora la calidad del sueño sin efectos adversos. Aún así, es importante tener en cuenta algunas cuestiones.

Mejor con salud detalla que hay que elegir movimientos de baja intensidad, preferiblemente relajantes, que permitan reducir tanto el estrés mental como las tensiones físicas. Por otro lado, es conveniente dedicarle pocos minutos y dejar las rutinas extenuantes para otros momentos de la jornada.

Postura del niño

Este ejercicio típico de las rutinas de yoga es idóneo para disminuir la tensión en la espalda y los hombros. De hecho, estira también las caderas. Para comenzar, póngase de rodillas en el suelo y junte los dedos gordos del pie.

Asegúrese de separar las rodillas a la altura de las caderas y, a partir de esta posición, exhale y hunda el torso hacia los muslos.

Deje que las manos se relajen a lo largo del torso, de tal manera que apunten hacia el frente, con las palmas hacia arriba.

Para una pose más activa, extienda las manos hacia adelante, pero con las palmas hacia abajo.

Mantenga la frente en el suelo y gire un poco la cabeza hacia cada lado.

Complemente el ejercicio con una respiración lenta y pausada. Sosténga la postura 1 o 2 minutos.

Mariposa

Para llevar a cabo este ejercicio siéntese con las piernas flexionadas, de modo que ambas plantas de los pies queden mirándose entre sí (a manera de mariposa).

Luego, con la espalda recta en todo momento trate de bajar poco a poco las rodillas hasta que toquen el suelo.

Estocada baja

Para dormir bien y despertar como nuevo, realice este estilo de estocada antes de dormir. ¿Por qué se recomienda? Pues bien, la postura permite relajar el psoas (músculo que se encuentra en la cavidad abdominal), lo que también tiene efectos positivos al momento de hacer ejercicios de respiración. Así, finalizada su práctica el cuerpo estará preparado para el descanso.

De nuevo, desde la posición de cuatro apoyos realice un paso hacia adelante con el pie derecho, de modo que quede entre las manos. Asimismo, deslice la rodilla izquierda hacia atrás.

Mantenga el cuello estirado y alineado con la columna. Si lo prefiere, puede poner las manos sobre la rodilla que está adelante.

Haga de 5 a 10 respiraciones profundas y cambia de pierna.

Con información de Mejor con Salud