La mejor rutina de «skincare» para piel grasa

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Foto: Archivo

El skincare para piel grasa tiene como principal objetivo remover los residuos de sebo que hacen lucir el cutis brillante, sucio y con los poros obstruidos o dilatados. Este reúne una serie de pasos que abarcan desde la limpieza diaria hasta la hidratación y la adecuada elección de los productos para sus necesidades.

Hay que considerar que la idea no es eliminar por completo los aceites naturales de la piel, ya que, en su justa medida, estos preservan la barrera cutánea, previenen la pérdida de humedad y ejercen un papel antimicrobiano y antioxidante que es determinante para su salud. Así pues, lo que se busca es equilibrar su producción.

Dicho esto, es importante saber cuál debe ser la frecuencia de lavado, qué sustancias le favorecen, qué productos hay que evitar y cómo complementar la rutina diaria para que la tez luzca suave, luminosa e hidratada. A continuación, compartimos 10 pasos que no deben faltar en tu rutina de skincare.

1. Realiza una limpieza adecuada

La limpieza diaria es el paso más importante del skincare para piel grasa. Por las características propias de este tipo de piel, lo ideal es hacerla por la mañana, por la noche y tras hacer ejercicio. Esto permite remover los restos de aceites e impurezas que se acumulan en el cutis a lo largo del día y durante el sueño.

Al momento de realizar este paso, es conveniente elegir limpiadores faciales suaves, espumosos y con activos seborreguladores. Por citar algunos ejemplos, encontramos las siguientes opciones:

  • Hamamelis.
  • Niacinamida.
  • Agua micelar.
  • Ácido salicílico.
  • Extracto de té verde.
  • Aceite de árbol de té.

Asimismo, la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda evitar los limpiadores fuertes, ya que pueden empeorar el problema de sebo. Tampoco conviene utilizar cremas, aceites o cualquier limpiador formulado con ingredientes comedogénicos. Las mejores opciones son los geles o lociones sin alcohol.

Durante el lavado, lo idóneo es utilizar agua fría, que estimula la circulación y ayuda a reducir o prevenir posibles brotes de acné. Además, hay que evitar frotar la cara, pues esto esparce los aceites y dificulta la limpieza.

2. Utiliza tóner

Luego de retirar los restos de sebo y suciedad con la limpieza habitual, una buena idea es emplear tónicos faciales. Estos productos se caracterizan por tener propiedades astringentes, que ayudan a contraer las células de la piel y a reducir el aspecto de los poros dilatados. ¿El resultado? Un cutis más limpio y uniforme.

De hecho, su aplicación contribuye a regular el pH cutáneo, disminuye la inflamación, calma la irritación y brinda hidratación adicional. Eso sin contar con que preparan el rostro para que absorba mejor otros productos del skincare.

¿Qué tóner elegir? Los mejores en este caso son los que contienen los siguientes componentes:

  • Sábila.
  • Menta.
  • Hamamelis.
  • Ácido láctico.
  • Ácido glicólico.
  • Ácido salicílico.
  • Extracto de pepino.

3. Aplica sueros

Los sueros faciales no son obligatorios dentro del skincare para piel grasa, pero sí recomendables. Se trata de fórmulas ligeras, de rápida absorción, con una textura líquida y sin aceite que permite regular el nivel de humedad y proteger la barrera cutánea. De paso, refrescan la piel y regulan el exceso de grasa.

4. Usa tratamientos en las zonas problemáticas

Además de generar un aspecto brillante en el cutis, el exceso de grasa suele causar varios problemas, como el acné. Este puede manifestarse a través de pequeñas espinillas o con granos inflamados más notorios. Sea cual sea el caso, es conveniente añadir tratamientos específicos a la rutina de skincare.

Los productos de venta libre con peróxido de benzoilo, ácido salicílico y azufre suelen dar buenos resultados. Estos pueden aplicarse en la mañana después del tónico facial. Sin embargo, hay que hacer una pequeña prueba de parche para comprobar que no generen irritación o sensación de ardor.

En caso de tener dificultades para tratar el acné, lo mejor es acudir al dermatólogo para conocer otras opciones terapéuticas. Estas van desde mascarillas, hasta medicamentos y procedimientos estéticos.

5. No olvides la hidratación

Hay quienes tienen la creencia de que la piel grasa no requiere hidratación por sus características. No obstante, esta idea está alejada de la realidad. Al igual que otros tipos de piel, la hidratación diaria —preferiblemente en la mañana y en la noche — es esencial.

Lo importante es elegir productos cuya fórmula esté libre de aceite o de ingredientes comedogénicos. Es decir, en lugar de cremas, leches y lociones oleosas, es preferible el uso de geles, cremas a base de agua, sérums y emulsiones sin grasa.

Las opciones con ácido hialurónico, té verde y aqua-gel con ácido salicílico son aconsejables. Estos ingredientes dejan una textura suave y un acabado mate que contrarresta el brillo de los aceites naturales.

6. Utiliza protector solar

Un producto infaltable en cualquier rutina de skincare —inclusive para piel grasa— es el protector solar. Si bien es cierto que algunas presentaciones tienen componentes oleosos que están desaconsejados en estos casos, ahora mismo hay fórmulas ligeras, diseñadas para atender a las necesidades de este tipo de piel.

Con información de Mejor con Salud