Descubren un microcontinente perdido en el Ártico

0
Foto: Archivo

Un equipo de científicos de la Universidad de Derby en Reino Unido ha descubierto un continente perdido en las profundidades del brazo sur del océano Ártico, que se formó hace 60 millones de años. El hallazgo se produjo de forma accidental mientras estudiaban los movimientos de placas tectónicas de la zona. La masa de tierra, el microcontinente prehistórico, se encuentra debajo del Estrecho de Davis, entre Canadá y Groenlandia. Así, en algún lugar debajo de la superficie del Estrecho de Davis se encuentra lo que los científicos han declarado un microcontinente.

Aún nos queda por conocer

Aunque la geología de la región ha sido ampliamente estudiada de antemano, parece que aún quedan algunos misterios. A medida que las placas tectónicas entre Canadá y Groenlandia se movieron para dar lugar al Estrecho de Davis, conectando las cuencas oceánicas del Mar de Labrador y la Bahía de Baffin, la corteza terrestre experimentó una reconfiguración. Este proceso dio origen a una gruesa corteza continental en el océano, el protomicrocontinente o microcontinente primitivo recién descubierto.

Los protomicrocontinentes son parte de la litosfera continental, que es una sección de la corteza exterior de la Tierra que está dividida en varias placas tectónicas: losas de roca. El movimiento empuja las placas tectónicas, provocando que se rocen entre sí durante millones de años y provocando terremotos y explosiones volcánicas.

El fragmento de corteza continental tiene entre 19 y 24 kilómetros de espesor y unos 400 kilómetros de largo y ha sido bautizado como protomicrocontinente del Estrecho de Davis. Los autores definen los protomicrocontinentes como «regiones relacionadas de litosfera continental relativamente gruesa separadas de los continentes principales por una zona de litosfera continental más delgada».

«Los cambios bien definidos en el movimiento de las placas que ocurren en el Mar de Labrador y la Bahía de Baffin, que tienen complicaciones externas relativamente limitadas que los afectan, hacen de esta área un laboratorio natural ideal para estudiar la formación de microcontinentes. El rifting y la formación de microcontinentes son fenómenos absolutamente continuos: con cada terremoto podríamos estar trabajando hacia la próxima separación de microcontinentes. El objetivo de nuestro trabajo es comprender su formación lo suficientemente bien como para predecir esa misma evolución futura», explica Jordan Phethean de la Universidad de Derby y coautor del trabajo que publica la revista Gondwana Research.

El hallazgo podría ser crucial ya que explica el paisaje geológico de la Tierra. La ubicación del microcontinente también es fundamental, ya que la zona está relativamente intacta por la actividad humana.

Con información de Muy Interesante