La Iglesia católica destacó la importancia de las presidenciales del domingo 28 de julio. Esperan que los ciudadanos salgan desde muy temprano a votar en un ambiente de paz y tolerancia. Exhortan al Consejo Nacional Electoral (CNE) a ser imparcial y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) respetar la Constitución, así lo expresó monseñor, Jesús González de Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
«Los militares deben ajustarse al papel de la carta magna, velar por la seguridad y no entrar en la diatriba política», recalcó.
Son días de incertidumbre. Estas elecciones han estado marcadas por aumento de la persecución, detenciones arbitrarias. ¿Qué llamado hace la Iglesia católica ante este clima de violencia política?
La Iglesia siempre ha llamado a la paz y al respeto, a la búsqueda del diálogo, a la reconciliación…Hemos hecho ver lo improcedente de este modo de actuar, porque en democracia el principio fundamental es el respeto del que piensa distinto. La democracia ayuda a dirimir las posibles diferencias ideológicas…La democracia no significa que unos salen vencedores y otros derrotados, todos salimos ganando porque llegamos a un acuerdo de gobernabilidad, de desarrollo, de nuevos horizontes.
Recientemente, el gobernador de Trujillo insultó a un sacerdote por llamar a una oración por Venezuela. ¿Cuál es su opinión sobre la intención que tienen algunos gobernantes de politizar la religión?
La fe se interesa de la política porque la política va en función del bien común, pero va más allá de las causas partidistas. Los obispos hemos llamado a todos los sectores a una oración por Venezuela porque consideramos que nuestro papel es leer este momento de la sociedad desde una perspectiva de fe, no es sólo un momento político. Jesucristo es el Señor de la historia, el que conduce los destinos de los pueblos y por lo tanto entonces invocamos a Dios para que nos conceda la sabiduría necesaria para ejercer nuestros derechos, para actuar en cada una de las situaciones y nos dé la fortaleza para ser consecuentes. La oración no puede ser considerada un acto político.
¿Cree que se puedan respetar los resultados electorales en medio de esta polarización?
Evidentemente, en las condiciones en que se realiza esta elección en el ámbito de la preparación, del desarrollo del proceso, de la campaña electoral, pues habla del modo como hoy vivimos en Venezuela, por eso mucha gente está preocupada y se crea ese clima de inquietud, porque la gente no sabe qué pasará en el momento en que vayan a publicar los resultados de la elección. ¿Privará la verdad, la transparencia, la justicia social? Bueno, debemos confiar que así sea. Por eso, el llamado a quienes tienen mayor responsabilidad en este proceso, el CNE, que precisamente para poder conservar su rol de árbitro electoral debe conservar su imparcialidad en el desarrollo de la jornada, facilitando todos los procesos y dando oportuna información en el momento en que haya que comunicar los resultados.
¿Qué llamado le hace al venezolano?
El modo de superar las dificultades es participar. La indiferencia o el miedo lo que hace es crear un problema ulterior. Si todos participamos en las elecciones privará la voluntad de la mayoría, la paz, el respeto y la tolerancia. Los obispos desde el principio hicimos un llamado a acudir a las urnas y expresar su opinión para conseguir los caminos de solución de los acuciantes problemas de nuestro país.
¿Qué espera la Iglesia católica de los organismos de seguridad el día de las elecciones, del Plan República y militares?
En nuestra última exhortación pastoral publicada el 11 de julio, hicimos un llamado directamente al CNE, también a la Fuerza Armada Nacional a cumplir su papel institucional. El CNE es el árbitro electoral, debe mostrar la imparcialidad necesaria, debe cumplir las normas electorales y la Fuerza Armada que también tiene un papel muy importante debe ajustarse al papel que le da la Constitución, fundamentalmente en velar por la seguridad del proceso electoral y no entrar en la diatriba política.
Cuando faltan dos días para las elecciones, todavía hay un temor que las elecciones se suspendan o se inhabilite al candidato opositor. ¿Eso le preocupa a los religiosos?
Creo que es una preocupación general y nosotros en la Iglesia católica somos parte de la población. Ya a esta altura del proceso creo que con cualquier decisión que desvirtuara el proceso se apartaría gravemente del mecanismo democrático y de los valores democráticos, lo cual sería algo muy grave.
De darse una transición en Venezuela, ¿qué papel va a jugar la Iglesia católica?
La transición política implica la conciencia de que es necesario un cambio, sea quien sea el que esté al frente de la conducción de los destinos de la nación, se necesita un cambio de rumbo. Por el camino que vamos no se hace sino profundizar las diferencias, se agota la posibilidad de encuentro de las mejores voluntades, de las mejores capacidades en la respuesta a las situaciones. Se exacerban incluso los problemas, porque en la diatriba política se presta más atención a la confrontación que a la resolución de los problemas. Entonces, creo que una transición es necesaria en la conciencia hoy generalizada de que es importante un cambio de rumbo que lleva consigo entre algunos desafíos el volver a la institucionalidad democrática, al pleno ejercicio de los derechos… Una transición que se fundamenta no tanto en la distribución de cuotas de poder, o en negociado para ver cómo se solucionan determinados problemas. Es una transición fundamentalmente ética, o sea una transición fundada en los valores que rigen en nuestra sociedad, son los valores del bien común, de la dignidad de la persona. No estoy yo pues para decir el ámbito de la estrategia. La Iglesia siempre será un referente moral, su papel es el de orientador.
¿Tiene sentido que si hay un nuevo gobierno se esperen cinco meses para la toma de posesión? ¿Cuándo debe iniciar una negociación?
Yo no puedo señalar caminos estratégicos o de política partidista, me parece que no es el rol de la Iglesia. Dentro del clima general que reina hoy en nuestro país se dan contradicciones como estas. Lo habitual es que las elecciones se hubiesen realizado y en un tiempo breve se diera el cambio de gobierno si es el caso, o si se pasará de un gobierno a otro. Eso es lo que normalmente se ha realizado en Venezuela y eso garantizaría que la transición se diera de una manera expedita y no simplemente coexistiera durante un tiempo muy prolongado con la inquietud que ello pudiera llevar consigo personas diferentes en la dinámica política, o que bueno una cosa es la que se termina y una cosa es la que entra, si fuera del mismo signo político.
¿Qué esperar de la comunidad internacional? Hace un mes los obispos se reunieron con el papa Francisco. ¿Manifestó el papa, el Vaticano algunas preocupaciones por Venezuela, considerando que en el pasado la Iglesia hasta integró una mesa de diálogo entre Gobierno y oposición?
El papa Francisco sigue la situación venezolana con mucha atención no sólo por las informaciones que recibe de parte de nosotros los obispos, sino también por las comunicaciones que llegan a través de los organismos de la santa sede. Bueno, nos ha ofrecido su oración, su apoyo espiritual. No se habló en particular de ninguna intervención específica de la santa sede en el proceso político venezolano.
Son muchos los exhortos que ha hecho la Iglesia católica sobre la grave crisis social, económica y política que vive Venezuela. Ha dicho usted en una entrevista que ha podido tener un diálogo privado con el Gobierno. ¿Pero hasta dónde llegan las comunicaciones con el Gobierno, sus llamados son escuchados?
No voy a valorar la posición del Gobierno porque entraría a tomar posicionamiento con respecto a un tema que es delicado. No puedo yo entrar en la conciencia de las personas. Creo que los canales de diálogo, como se ha firmado son escasos, pequeños, puntuales, dado el modo coyuntural por lo cual no se ha dado la posibilidad de un diálogo amplio sobre los grandes problemas de la nación. Las exhortaciones que hemos hecho nosotros son de carácter público, conocidas por todo el país, y bueno confiamos en que muchos venezolanos, como lo han expresado también públicamente a través de redes sociales u otros medios de comunicación, acojan positivamente las exhortaciones que nosotros hacemos, la valoración de cómo lo acoge uno u otro sector, bueno no tengo los elementos para llegar a valorar el alcance de la misma.
Han llamado a lo católicos a una oración por Venezuela y también a una oración individual, pero ¿qué le dice a los medios de comunicación social y todas las personas que van a estar documentando con cobertura informativa todo lo que pase en la jornada electoral del 28 de julio?
Evidentemente, los medios de comunicación social tienen también un rol muy importante en el desarrollo del proceso electoral, la información oportuna, pegada a la verdad, el que animen el proceso, el que comuniquen sus informaciones dentro de las reglas establecidas para el proceso que es de gran ayuda, sobre todo en una cultura como la actual en que la información es tan importante, que la gente le gusta seguir minuto a minuto el desarrollo de los acontecimientos. Dios bendiga también a todos los comunicadores sociales en la labor que le va a corresponder en este proceso electoral…También le quiero hacer un llamado a todos aquellos que tienen alguna responsabilidad en el proceso electoral, como podrían ser miembros de mesa, coordinadores del proceso, cada uno desde su posición debe actuar con conciencia de la importancia de este hecho y lo que debe aportar para el bien de todos los venezolanos.
Saliéndome del tema electoral, le debo preguntar: ¿Cómo va el proceso para lograr la búsqueda de la canonización de José Gregorio Hernández?
El proceso marcha normalmente. Deben cumplirse los requisitos que se exigen para la canonización del beato. Vemos con esperanza, vemos de modo positivo el avance de este proceso y esperamos que en el momento oportuno las autoridades competentes, que en este caso es el santo padre a través del Dicasterio de las Causas de los Santos publique el que se ha reconocido la canonización del doctor José Gregorio Hernández.
Con información de La Prensa de Lara