Doomsday: Conoce quién es el Doctor Muerte

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Foto: Agencias

Adiós a La Dinastía de Kang, hola a Doomsday. Tras el despido del actor Jonathan Majors, Marvel Studios dejó un agujero del tamaño de Thanos en la actual fase de su universo cinematográfico. Solo había, en realidad, dos opciones para rellenarlo: a) encontrar otro Kang y usar el comodín de las variantes multivérsicas para explicar el cambio de rostro; y b) encontrar a un nuevo Gran Villano, a ser posible el Doctor Muerte (teniendo en cuenta que ya se está rodando una película de Los Cuatro Fantásticos). Y, si bien Kevin Feige parece haber apostado claramente por la opción b), lo ha hecho con un golpe de efecto inesperado: el regreso de Robert Downey Jr. al Universo Cinematográfico Marvel. Feige y los hermanos Russo, quienes también vuelven al redil tras el mega-éxito de Endgame (2019), fueron muy cuidadosos eligiendo sus palabras, por lo que si, bien parece evidente que Downey debutará como Doctor Muerte en Doomsday, quinta entrega de Los Vengadores, aún no sabemos si debajo de esa máscara de hierro se encontrará una variante oscura de Tony Stark o un Victor Von Doom con sus mismas facciones. ¿O acaso nada de eso importará, dada la desfiguración del personaje? Por su parte, el hombre que fue Iron Man solo tuvo una cosa que decir mientras los fans gritaban su nombre en el Hall H de la Comic-Con: “Me gusta interpretar personajes complicados”.

Se va a sentir como en casa, pues. Creado por Stan Lee y Jack Kirby para el número 5 de Los Cuatro Fantásticos (julio de 1962), Muerte es un fascinante amasijo de contradicciones potenciado por los delirios de grandeza, la herencia familiar, el deseo de dominación global y el más puro resentimiento hacia una persona concreta de entre toda la galaxia. Kirby explicó en una entrevista de 1987 que los pormenores de su icónico diseño: “Lo veía como al Hombre de la Máscara de Hierro, que simboliza la inminencia de la muerte. Por eso lleva esa armadura y esa capucha. La muerte está conectada con la armadura y ese metal casi inhumano. Es algo que no muestra piedad, y la carne humana contiene un elemento de piedad: tenía, por tanto, que eliminarla, y lo hice gracias a la máscara”. Aquí observamos el primer problema inherente al fichaje de Downey, un actor en principio poco dispuesto a interpretar a un personaje perennemente enmascarado, por complicado que este sea… Si Marvel Studios ha estado dispuesta a rascarse la cartera para poder traer de vuelta a su gran capitán, o a su estrella fundacional, es evidente que no se va a conformar con una interpretación vocal, lo cual plantea la duda de hasta qué punto el Doctor Muerte se define, tal como su co-creador mantenía, por esa máscara a medio camino entre lo medieval y lo mortuorio.

Por otro lado, Victor Von Doom se define también por su rivalidad con Reed Richards, hasta el punto de que el propio origen villanesco del personaje está ligado al de Los Cuatro Fantásticos. Cuando, siendo ambos estudiantes en Estados Unidos, Richards percibe que el proyecto científico en el que su compañero de clase pasa las noches trabajando podría ser peligroso, Victor no solo decide ignorar sus advertencias, sino que incluso precipita sus primeras pruebas para demostrarle a ese arrogante sabelotodo lo mucho que se equivoca. Por supuesto, la maldita máquina estalla por los aires y Victor Von Doom está a punto de perecer por culpa de su propio experimento. Herido tanto en su orgullo como en su propia carne, el tipo vuelve a su Latveria (algo así como la idea que Stan Lee tenía de un país pequeño en Europa central) natal y, años después, regresa a la vida de Reed y su familia transformado en el Doctor Muerte, dictador implacable con una cuenta que saldar. Claro que esta historia de orígenes ha conocido diferentes versiones a lo largo de más de seis décadas, pero el vínculo Richards/Muerte resulta tan insoslayable que no entendemos cómo Marvel Studios va a introducir al personaje en su continuidad sin pasar antes por la película de Los Cuatro Fantásticos. Muerte, a diferencia de Thanos, no traza ningún plan maligno que no pase por la derrota sin concesiones de Reed Richards. Sencillamente, no le interesan.

Las mejores encarnaciones del Doctor Muerte son aquellas que cargan las tintas en su condición de noble europeo transformado por las circunstancias en supervillano pop. No hay espacio para ironía o el sarcasmo en Latvieria. Es como si su caudillo las hubiese desterrado, por lo que, si quiere ser fiel a la esencia del personaje, Downey debería olvidarse de sus manierismos y comprometerse al cien por cien con la clase de personaje capaz de ordenar la ejecución inmediata de un súbdito al que se le ocurrió estornudar en su presencia. No debemos perder de vista el hecho de que, tras Doomsday, la siguiente entrega de Los Vengadores se titulará Secret Wars, evento en el que Muerte siempre juega un papel fundamental. Es incluso posible que su aparición en el UCM estuviese prevista desde antes de que Kang fuese purgado de la Sagrada Línea Temporal, pero no hay duda de que ahora ha pasado a ser el pilar sobre el que girarán dos superproducciones más que dispuestas a repetir el triunfo de Infinity War (2018) y Endgame. La presión es, en suma, impresionante, sobre todo cuando profundizamos en las numerosas razones por las que recuperar a Downey para transformarlo en Muerte suena más a medida desesperada que a idea brillante… Todo el mundo tiene derecho a contar con el beneficio de la duda, pero el cine ya ha arruinado este personaje en dos ocasiones. Una tercera sería demasiado dolorosa.

Vía GQ en Español