Las falsas creencias en torno al VIH

0
Foto: Archivo

A pesar de los avances científicos que han convertido el VIH en una enfermedad crónica tratable, el estigma y la discriminación asociados a esta infección persisten. El lenguaje que utilizamos para hablar del VIH juega un papel fundamental en la perpetuación de estos prejuicios. Es hora de desmontar los falsos mitos y adoptar un lenguaje más preciso y respetuoso que contribuya a acabar con el estigma.

El lenguaje tiene la capacidad de construir y destruir. La forma en que hablamos del VIH moldea nuestra percepción de la enfermedad y de las personas que la viven. Según María Luisa Montes, representante de GeSIDA, «el lenguaje configura realidades y en muchas ocasiones las desdibuja». Es por ello que es crucial utilizar un lenguaje preciso y respetuoso que refleje los avances científicos y la realidad actual de las personas con VIH.

En definitiva, cuando se habla o se informa sobre VIH habría que tener en cuenta el impacto que provoca en las personas con VIH, y en la conciencia social en torno al VIH. Existen unas recomendaciones a este respecto, recogidas en la web del Pacto Social por el VIH.

– VIH y sida no son sinónimos y tener VIH no significa tener sida. El virus está en el organismo, pero no tiene por desembocar en enfermedad. El sida es la etapa más grave en la evolución final de la infección, pero esto solo puede ocurrir si la persona con VIH no se trata.

– Persona con VIH. Ni paciente, ni enfermo. El término paciente implica un constante estado de enfermedad. Las personas con VIH no son personas enfermas si están tratadas e indetectables.

– Indetectable es igual a intransmisible. El VIH si está tratado no se transmite y las personas que tienen carga viral indetectable no pueden transmitir el VIH en las relaciones sexuales.

– El VIH no se contagia, se transmite. Una infección es contagiosa cuando el agente que la produce sobrevive fuera del cuerpo humano, en el medioambiente. Se habla de transmisible cuando el agente necesita contacto directo entre dos personas a través del intercambio de fluidos como sangre, semen, secreciones vaginales o leche materna. El VIH no se transmite por saliva, lágrimas o sudor.

Una mujer con VIH indetectable puede ser madre y no transmite el virus a su hijo. Las mujeres con VIH en tratamiento pueden ser madres de un bebé sin VIH.

Con información de El Mundo