El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, pidió este lunes «serenidad» a la población tras el terremoto de magnitud 5,3 registrado esta madrugada frente a la costa próxima a Lisboa que no ha causado daños y que también se ha sentido en España.
«El mensaje simple es serenidad, tranquilidad, normalidad. Quien vaya por Lisboa verifica eso y por la información que tenemos de otros puntos en el área supuestamente alcanzada es lo mismo. Es un comienzo de semana normal, natural y sin razón ninguna de preocupación», afirmó el jefe de Estado en una declaración a los medios tras reunirse con el Gobierno para analizar la situación.
El temblor tuvo lugar sobre las 05.11 hora local (una hora menos GMT) en el mar, con epicentro a cerca de 60 kilómetros al oeste de Sines, municipio ubicado unos 90 kilómetros al sur de Lisboa, según el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA).
Las autoridades descartan que haya riesgo de tsunami.
En línea con lo avanzado por el IPMA y la Autoridad de Protección Civil, Rebelo de Sousa reiteró que no hay registro de daños personales ni patrimoniales a causa del temblor, que también se ha sentido en España.
Celebró que las réplicas sentidas hasta ahora muestran una tendencia decreciente, «alejando lo que ocurrió en 1969», en referencia al terremoto de 7,9 de magnitud al sur del país que provocó varias muertes y afectó a infraestructuras hace 55 años.
Por otra parte, resaltó «la capacidad de respuesta muy rápida» de la Protección Civil y el Gobierno luso, que tuvieron una «muy buena coordinación» y cuya respuesta «no fue más rápida porque había que validar la información».
El comandante nacional de la Protección Civil lusa, André Fernandes, explicó en otra rueda de prensa horas antes que las autoridades han entrado en «fase de monitorización» de la situación, aunque aseguró que este seísmo «no reúne criterios para la activación de los planes especiales existentes para este tipo de sucesos».
Dichos planes se activan cuando se registran temblores a partir de 6,1 de magnitud, por lo que uno de 5,3 es «una situación perfectamente normal para la capacidad de respuesta operacional y de acompañamiento», según el comandante.
Tras el terremoto, fueron sentidas cuatro réplicas, siendo de 1,2, la segunda de 1,1, la tercera de 0,9 y la cuarta de 1.
El primer ministro en funciones, que actualmente es el ministro de Exteriores, Paulo Rangel, alegó en declaraciones a periodistas que este terremoto ha permitido analizar «punto por punto» los factores más importantes y la capacidad de respuesta de los medios.
Agradeció a la Autoridad de Protección Civil por la forma «altamente profesional» con la que reaccionó tras el terremoto y optó por ver este temblor como «un test real a las capacidades de respuesta en el caso de una catástrofe grave».
Con información de EFE