De acuerdo con el más reciente reporte del Banco Central de Venezuela (BCV) el dinero circulante en billetes y monedas alcanza a 4.449,83 millones de bolívares, apenas 121,31 millones de dólares al tipo de cambio oficial, los cuales representan un pequeño 3,51% del total de la liquidez monetaria.
De hecho, la liquidez emitida por el BCV se ubicó en 126.639,81 millones de bolívares -3.452,56 millones de dólares- en la última semana registrada.
Lo anterior implica que 96,49% del dinero que circula en la economía se mueve a través de las plataformas digitales de la banca venezolana, según el corte del 16 de agosto pasado, el más reciente dado a conocer por el BCV.
Sin embargo, el BCV anunció la emisión de dos nuevas denominaciones de billetes de 200 y 500 bolívares para complementar el cono monetario vigente.
Al tipo de cambio oficial de cierre de este 26 de agosto, el billete de 200 bolívares equivale a 5,47 dólares y el de 500 bolívares puede comprar 13,68 dólares, de manera que la pieza de mayor valor permitiría adquirir 2,52% del costo de la canasta alimentaria del Cendas-FVM de julio y 1,19% de la cesta básica familiar de la misma institución.
En concreto, una persona necesitaría 112 billetes de 200 bolívares para comprar la ya aludida cesta alimentaria del Cendas, correspondiente a julio, o casi 45 unidades de 500 bolívares.
Si alguien intentara pagar toda la cesta de consumo familiar en efectivo con estos nuevos billetes requeriría de alrededor del doble de unidades; es decir 237 billetes de 200 o 95 unidades de 500.
Así las cosas, este es un ejercicio que permite establecer que las nuevas denominaciones no son efectivas frente a la inflación que acumula la economía, pero sí pueden ser útiles para algunos pagos, como el servicio de transporte público urbano, donde el manejo del efectivo es caótico.
¿Se han emitido nuevos billetes?
Según la data del Banco Central de Venezuela (BCV), del más reciente cono monetario circulan en la economía 511 millones de unidades, de las cuales el 77% corresponden, en este orden, a las denominaciones de 10 bolívares -199,7 millones de piezas- y 20 bolívares con 193,5 millones de unidades.
Entre enero y julio de este año, el número de piezas emitidas del más reciente cono monetario subió 24,22%, un dato que revela una severa ralentización de la reposición de billetes, puesto que, en el mismo lapso de 2023, el BCV incrementó la disponibilidad de estas unidades en 60,09%.
Sin duda, la propia estructura del circulante en efectivo revela la necesidad de ordenar definitivamente la circulación de dinero contante y sonante o de promover una definitiva digitalización de las transacciones en la economía. Una de dos alternativas.
Según los datos oficiales, los billetes más relativamente útiles, que son los que corresponden a la más reciente expresión monetaria vigente, representan apenas una fracción de 8% de todas las piezas que aparentemente están disponibles en el país.
Por ejemplo, la data correspondiente a julio pasado revela que están en circulación 289,5 millones de billetes de 50.000 bolívares; 300 millones de 500.000 bolívares y 247,9 millones de piezas de 1 millón de bolívares.
Esto implica que usar estos billetes puede obligar a la realización de una doble conversión, porque hay que ajustar el valor al último cono vigente y, de ser el caso, establecer su equivalencia en dólares.
Para muchas personas, los billetes de bolívares han dejado de representar una expresión concreta de valor por su muy escasa capacidad de compra y han pasado a ser una especie de vehículo transaccional complementario para algunas transacciones puntuales no digitalizadas.
La moneda que expresa valor en Venezuela sigue siendo el dólar. Y puede que lo siga siendo por mucho tiempo más.
No hay data sobre cuánto cuesta la emisión de estos nuevos billetes, pero fuentes financieras no esperan una emisión muy grande ni muy próxima, ya que se trata de una medida con un impacto potencial escaso en el uso del bolívar.
De hecho, el uso del bolívar ha venido recuperando terreno en la economía, como resultado de la estrategia de anclaje del tipo de cambio; sin embargo, un factor definitivo que estimula esa mayor utilización es el elevado porcentaje de digitalización de las operaciones con moneda nacional.
Con información de Banca y Negocios…