En su más reciente boletín, el Observatorio de Universidades (OBU) indicó que el 96% de los estudiantes de las universidades públicas en Venezuela no cuentan con el servicio de comedor, el cual fue paralizado desde el año 2018, en medio de la crisis económica y alimentaria que atravesó la nación.
El impacto generado por la falta del servicio de comedor es tal que un gran número de estudiantes ha desertado, en su mayoría los del interior del país, quienes dependían en un 80% de la alimentación proveniente de los comedores universitarios.
Señala la ONG que no contar con el comedor ha obligado a los estudiantes a aumentar el consumo de alimentos procesados como los populares “combos callejeros”, reduciendo el consumo de proteína animal y vegetal. Según la Encuesta de Condiciones de Vida de la Población Universitaria de Venezuela, el 32 % de los profesores y el 21 % de los estudiantes comió menos de tres veces al día durante el año 2023.
Bajo consumo de alimentos
En la región Guayana estudian los universitarios peor alimentados, así lo reseña el OBU en su boletín. En esta jurisdicción más de un tercio de los estudiantes no pueden alimentarse, y quienes lo hacen, consumen comida de muy baja calidad.
La región nororiental ocupa el segundo lugar. La realidad de la Universidad de Oriente es crítica y es que desde hace al menos 6 años esta casa de estudios no cuenta con el servicio de comedor en ninguno de sus cinco núcleos.
De acuerdo al puntaje de consumo de alimentos, en Venezuela el 27 % de los docentes universitarios y el 18% de los estudiantes viven en hogares pobres y limitados, señala el OBU, y ese estudio arrojó que tanto los docentes como los estudiantes comieron menos de tres veces al día, tras una medición realizada en cinco regiones de Venezuela.
Lara no escapa del problema
Lapatilla.com consultó al sociólogo Carlos Meléndez, quien además es directivo del Observatorio de Universidades, y mencionó que en Lara, así como en el resto de los estados de Venezuela, los comedores cesaron su operatividad en el año 2018.
Los comedores forman parte de los beneficios estudiantiles y la culminación de los estudios superiores dependen en parte del servicio alimenticio, razón por la cual se ha evidenciado un elevado índice de deserción y abandono en las universidades.
Revela Meléndez que en Lara, la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (Ucla), contaba con siete comedores, incluyendo sus núcleos foráneos. De esos 7 comedores, solamente está funcionando uno, ubicado en el Decanato de Ciencias de la Salud, donde solo sirven 400 comidas al día.
Esta universidad es una de las más importantes de Lara, cuenta con una matrícula de 8.000 estudiantes y solamente un 5 % se benefician con el servicio de comedor. Caso similar ocurre en la Universidad del Zulia (LUZ), donde actualmente sirven la misma cantidad de comidas, según el sociólogo.
Pérdidas materiales y de infraestructura
Según Carlos Meléndez, no se puede cuantificar la pérdida material dentro de los comedores universitarios de Lara, pero que la desaparición casi que absoluta de los comedores en Venezuela ocurrió entre 2018 y 2020, y con el regreso a clases tras la pandemia, tampoco se pudieron recuperar.
En la entidad larense únicamente han surgido iniciativas por parte de los estudiantes. Una de ellas en el año 2023 con el apoyo de colaboradores, pero ha sido insuficiente.
Entre otras cosas, comentó el sociólogo que la pérdida de la infraestructura tiene que ver con la falta de presupuesto, señalando también que el déficit presupuestario actual es mayor al 90 %.
Sumado a eso, está el impacto de los robos y hurtos que guarda relación con que las universidades no han contado con el presupuesto suficiente para contratar la seguridad necesaria y resguardar sus bienes, por lo que la delincuencia ha hecho su trabajo y estos recintos han sido desvalijados.
¿Por qué dejan de funcionar los comedores universitarios? Es una pregunta que muchos se hacen y al respecto, Carlos Meléndez detalla que los comedores operaban a través de servicios privados y estos dejaron de funcionar debido a que las universidades pagaban el 90% del valor de la bandeja, pero en un momento determinado, la Oficina de Planificación del Sector Educativo dejó de enviar recursos.
En ese momento solo servían carbohidratos con proteína vegetal, hasta que a mediados del año 2018 las universidades se quedaron sin nada y el servicio terminó de desaparecer por completo.
Comedores universitarios no son prioridad
Pensar en volver a tener un servicio de comedor estudiantil, como en años anteriores, es una posibilidad muy remota, ya que esto no ha sido prioridad para el Gobierno. Así lo subraya el sociólogo, quien por otro lado, dijo que las infraestructuras son muy grandes y recuperarlas sería muy difícil, debido a las carencias presupuestarias de las universidades públicas del país.
Pese a eso, los estudiantes, al menos en el estado Lara, se han reunido y organizado para ayudar de manera colaborativa a las empresas que prestan el servicio, pero los esfuerzos no han rendido muchos frutos.
En este caso, lo que se busca es exigirle al Ministerio de Educación Superior la providencia del comedor frente a las autoridades, a través de la organización necesaria con el área de bienestar estudiantil para así garantizar la distribución de las comidas, y ser mediador entre los estudiantes y la universidad.
Es necesario mencionar que una de las consecuencias por la falta de comedores es no poder contribuir a la disminución de la inseguridad alimentaria que existe en las universidades y a la sub alimentación entre los estudiantes universitarios, quienes han aumentado la ingesta de alimentos procesados.
Hasta el momento, el OBU no tiene conocimiento sobre algunos proyectos en materia alimenticia para las universidades públicas del país, por lo que cada día se compromete más la presencia de jóvenes cursando estudios superiores, ya que precisamente el comedor es una de las variables que la garantiza.
Con información de La Patilla