La clara de huevo es una fuente natural de proteínas y nutrientes esenciales que pueden ayudar a estimular la producción de colágeno en la piel, lo que contribuye a una apariencia más firme y saludable.
El colágeno es una proteína vital que mantiene la elasticidad y firmeza de la piel, pero su producción disminuye con la edad. Afortunadamente, la clara de huevo puede ser un aliado para fomentar la síntesis de colágeno de manera natural.
Tres pasos para producir colágeno
Preparación de la clara de huevo
Comienza separando la clara de huevo de la yema. Para uso tópico en la piel, una clara de huevo suele ser suficiente. Bátela ligeramente hasta que esté espumosa, lo que ayudará a mejorar su aplicación sobre la piel.
Además de sus propiedades para la producción de colágeno, la clara de huevo también tiene un efecto tensor inmediato, que puede reducir temporalmente la apariencia de líneas finas y arrugas
Aplicación
Lava tu rostro con agua tibia y un limpiador suave para eliminar cualquier impureza. Luego, aplica la clara de huevo directamente sobre la piel con los dedos o con un pincel. Enfócate en áreas propensas a la flacidez o líneas finas, como la frente, las mejillas y el contorno de los ojos.
Deja que la clara de huevo se seque completamente, lo cual puede tardar entre 10 y 15 minutos. Durante este tiempo, sentirás una ligera tensión en la piel, lo que es un signo de que está actuando.
Enjuague
Después de que la clara de huevo esté completamente seca, enjuaga tu rostro con agua tibia y seca suavemente con una toalla. Aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel para sellar los beneficios.
Beneficios a largo plazo
Si bien los efectos inmediatos de la clara de huevo son temporales, el uso regular puede ayudar a mejorar la producción de colágeno a lo largo del tiempo. Para obtener mejores resultados, realiza esta mascarilla dos o tres veces por semana.
Con información de 2001