La Organización No Gubernamental (ONG) Monitor Ciudad propone, una reforma al sistema eléctrico venezolano que tome como ejemplo los cambios emprendidos en otros países de la región y establezca, entre otras cosas, la privatización y la creación de un órgano de regulación independiente.
“Queremos poner a repensar la gobernanza del sistema eléctrico nacional. Hasta el momento, nuestro sistema está totalmente estatizado. Las tres etapas: generación, transmisión y distribución están todas en manos de Corpoelec”, explicó Jesús de Armas, presidente de Monitor Ciudad, al presentar el estudio.
El dirigente aseguró que su propuesta implica que se “rompa con el monopolio estatal”. Así, se abriría la participación al capital privado que genere competencia e inversión y permita, en definitiva, la estabilización del servicio eléctrico.
En defensa de la privatización
Armas defendió la apertura del mercado eléctrico venezolano, pero insistió en que debe ser un proceso llevado a cabo “con transparencia” y bajo los límites que marca el estado de derecho y la democracia. Estos parámetros, consideró, se deben alcanzar, antes de emprender cambios en esta área.
Esas son las condiciones fundamentales para que una privatización no sea una cosa a espalda de los venezolanos y se haga solo para fortalecer a algunas élites cercanas al poder, sino que se tiene que abrir la industria eléctrica con los venezolanos como foco”, dijo.
El activista aseguró que una recuperación completa del sistema eléctrico requeriría al menos cinco años y la inversión de unos 20 mil millones de dólares, cantidad que, reconoció, no tiene el Estado, pero que se puede obtener a través de capital privado nacional e internacional.
En la propuesta se plantea que es necesario apuntar a “un mix”. Es decir, avanzar en un plan que incluya el capital del Estado, el de la empresa local y el de inversionistas internacionales. Esta participación abierta convertiría en un negocio rentable el servicio de electricidad de Venezuela.
“Que se acaben los apagones”
De acuerdo con el estudio de Monitor Ciudad, en Venezuela hay una capacidad instalada de alrededor de 36.732 megavatios. No obstante, solo está disponible 27 % de ella, lo que deriva en “interrupciones de distinta frecuencia y duración”.
Jesús Vásquez, coordinador de Monitor Ciudad, desestimó que sea el sabotaje la causa del apagón más reciente, registrado el pasado 30 de agosto. Al respecto, señaló como la posible causa la falta de mantenimiento y no un sabotaje, como lo refirió el Gobierno en ese momento.
Nuestra hipótesis más probable es que el apagón se debió a la falta de mantenimiento y a que fallaron algunas protecciones por alguna descarga atmosférica que hubo. Esa es la hipótesis más probable”, explicó el ingeniero
Según datos de Monitor Ciudad, el apagón nacional registrado en esa ocasión generó 258 reportes, tuvo una duración promedio de 14.3 horas y una duración máxima de 36,2 horas en zonas como Carúpano, en el estado Sucre.
Vásquez explicó que el monitor registró un aumento en la cantidad de fallas en el servicio eléctrico en Caracas durante la semana previa y la posterior al apagón nacional.
Agregó que estas fluctuaciones aún son cuantificadas por el equipo de la ONG, pero reflejan un aumento con respecto al a las registradas en 2023
La experiencia de Perú
La ONG presentó un estudio basado en la experiencia de Perú. En ese país se avanzó en un marco regulatorio previo y, actualmente, hay cinco empresas de generación eléctrica y 11 de distribución controladas por el Estado que compiten con sus pares privados, bajo condiciones igualitarias.
El estudio revela que la industria eléctrica venezolana, además de una restauración de su capacidad, requiere mejorar “la escasa disponibilidad de combustibles por la reducida producción de la industria petrolera mantiene fuera de servicio una parte importante del parque de generación térmica”.
Asimismo, en el informe se documentaron deficiencias y limitaciones del sistema de transmisión nacional. Esta carencia reduce la capacidad para conducir energía a las ciudades del occidente del país.
Igualmente, son temas a tratar “la escasez significativa de talento humano, tanto en número como en competencias indispensables”, así como la “crisis financiera debido a un gran rezago tarifario y al abandono de las buenas prácticas de gestión comercial del servicio”.
No obstante, Armas apuntó que se trata de problemas que se presentaban también en la industria peruana y que se solventaron paulatinamente con la instauración de un modelo como el que propone el Monitor Ciudad.
Con información de Crónica Uno
