El masaje facial drenante es una técnica de masaje que se enfoca en estimular el sistema linfático del rostro para eliminar toxinas, reducir la hinchazón y mejorar la circulación.
El sistema linfático es responsable de transportar líquidos y desechos fuera de los tejidos, y, a través de este masaje, se promueve el drenaje de esos líquidos acumulados. Esto ayuda a disminuir la retención de líquidos, combatir la inflamación y favorecer una piel más luminosa y saludable.
Este tipo de masaje tiene múltiples beneficios para la piel. Al estimular la circulación sanguínea y linfática, mejora la oxigenación de las células, lo que favorece la regeneración celular.
Esto se traduce en una piel más tersa, con un tono uniforme y con menos signos de fatiga. También ayuda a desinflamar el rostro, suavizar las ojeras y reducir las líneas de expresión, ya que la piel recibe mejor los nutrientes y el colágeno.
Además, al eliminar toxinas y líquidos acumulados, la piel adquiere una apariencia más fresca y rejuvenecida.
¿Cómo hacerlo en casa?
Hacer un masaje facial drenante en casa es sencillo y solo se requieren algunos minutos. A continuación, te mostramos los pasos básicos para hacerlo:
Prepara tu piel: lava bien tu rostro y aplica un aceite o crema hidratante que permita que los dedos se deslicen sin tironear la piel.
Comienza por el cuello: utilizando movimientos suaves y ascendentes, masajear el área del cuello para abrir las vías de drenaje.
Zona del rostro: con las yemas de los dedos, realiza movimientos circulares suaves desde el centro del rostro hacia los lados, siguiendo la línea de la mandíbula, pómulos y frente.
Contorno de ojos: masajea suavemente la zona con movimientos desde el lagrimal hacia las sienes para reducir las bolsas.
Con información de 2001
