En este orden aparecen las arrugas según la edad

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Foto: Archivo

Las arrugas son una parte natural del proceso de envejecimiento de la piel. A medida que pasan los años, es común observar la manifestación de líneas finas y surcos que pueden afectar nuestra apariencia. Sin embargo, ¿sabías que hay un orden específico en el que aparecen las arrugas, según la edad?

El surgimiento de pliegues está influenciado, tanto por la genética como por el estilo de vida, y suele iniciarse en algún momento entre los 25 y los 30 años. Por lo general, estas líneas pequeñas y superficiales tienden a hacerse notorias alrededor de los ojos y la boca, transformándose en surcos más pronunciados conforme la estructura de la piel se debilita con el tiempo.

Conoce el orden en el que aparecen las arrugas en la piel, según la edad

Una publicación de la Revista de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica informó que el orden en el que aparecen las arrugas en la piel, varía según la edad y los factores individuales. Desde las arrugas finas en las etapas tempranas hasta los pliegues profundos en la edad madura, comprender este proceso nos permite tomar medidas preventivas. ¡Veámoslo!

25 años: aparecen arrugas finas en los pliegues nasales y en la frente.

30 años: las arrugas mencionadas se acentúan aún más y, además, empiezan a aparecer otras muy finas en el párpado inferior y en las sienes.

35 años: los surcos de la frente, las famosas «patas de gallo», los pliegues nasogenianos y las arrugas de los párpados se hacen evidentes. Por otro lado, aparecen las arrugas delante de las orejas.

40 años: a esta edad han aparecido casi todas las arrugas faciales y, además, las del cuello comienzan a mostrarse.

45 años: las arrugas suborbitarias se acentúan, a la vez que las arrugas que se encuentran delante de las orejas tienden a fusionarse con las arrugas del cuello.

50 años: se manifiestan las arrugas en las manos, acompañadas de la sequedad característica de la zona. Además, surgen otras que van desde el lóbulo de la oreja hasta el mentón.

55 años: las arrugas del cuello se acentúan con mayor intensidad. Incluso, se extienden las del lóbulo de la oreja y mentón hasta el labio superior.

60 años: aparecen las arrugas en el labio superior y la piel de las mejillas se torna flácida.

70 años: se profundizan las arrugas antes mencionadas.

80 años: a esta edad, las arrugas alrededor de la boca se hacen más evidentes, lo que se conoce como «boca senil». Además, se forman pliegues profundos que van desde el mentón hasta la clavícula.

¿Qué factores desencadenan la aparición de arrugas?

En su libro Una piel para toda la vida, el doctor Pedro Jaén menciona que, una vez que la piel se recupera de los cambios hormonales durante la pubertad, entra en una «etapa de estabilidad» en la que la dermis adquiere las características que la definirán a lo largo de la vida.

Es en ese momento, cuando comienzan a aparecer los signos del envejecimiento cutáneo y se manifiestan las patologías dermatológicas más comunes.

Además, aclara que los signos visibles del envejecimiento suelen volverse más evidentes alrededor de los 30 años. No obstante, es importante destacar que pueden manifestarse antes en aquellas personas que llevan estilos de vida perjudiciales para la piel.

Factores como el consumo de alcohol y tabaco, una alimentación desequilibrada, la falta de descanso y, sobre todo, la exposición prolongada y excesiva al sol, pueden acelerar el proceso de envejecimiento cutáneo.
Por su parte, los expertos de la Clínica Cleveland destacan otros desencadenantes que influyen en el envejecimiento de la piel. ¡Conócelos!

Expresiones faciales repetitivas

Las arrugas pueden aparecer en cualquier parte de la piel, aunque son más comunes en la cara, las manos, el cuello, los brazos y las piernas. Sin embargo, es importante prestar especial atención a otro tipo de líneas de expresión que comienzan a formarse en edades tempranas.

Estas son resultado de los movimientos faciales, como entrecerrar los ojos y sonreír, y se presentan como líneas finas. Cada vez que utilizamos un músculo de la cara, se crea un surco debajo de la superficie de la piel y, a medida que esta envejece, pierde flexibilidad, impidiéndole recuperar su forma original.

Factores medioambientales

Innumerables estudios han demostrado que la contaminación atmosférica puede contribuir al envejecimiento prematuro. De hecho, una publicación de Cells sugiere que la mala calidad del aire es causante de la aparición de trastornos cutáneos, al igual que la aparición de arrugas y problemas de pigmentación.

Además, sustancias como el hollín, la suciedad, el polvo, el humo y el dióxido de nitrógeno, pueden interactuar con la luz ultravioleta (UV) y aumentar el impacto de los daños en la piel.

No remover el maquillaje

Remover el maquillaje, antes de ir a dormir, es una parte fundamental de cualquier rutina de cuidado facial. A lo largo del día, nuestra piel acumula polvo, sebo y sudor; por lo tanto, debemos limpiarla antes de acostarnos.

Pasar por alto este paso resultará en la obstrucción de los poros, lo que a su vez inhibe la producción de colágeno y provoca el envejecimiento prematuro, así como la aparición de arrugas.

Es importante desmaquillarse al final del día para asegurarse de que los poros estén libres de impurezas y evitar así las arrugas.

Empieza a prevenir futuras arrugas

Aunque es imposible detener el paso del tiempo, existen acciones que puedes tomar para mejorar la apariencia de las arrugas que surgen con la edad o prevenir su aparición prematura. Pero, ¿cuáles son? A continuación, te presentamos, en detalle, cuatro acciones que puedes poner en práctica para prevenir la aparición de líneas de expresión y arrugas.

1. Protegerte del sol

A cualquier edad, la fotoprotección es una rutina innegociable. Sin embargo, conforme envejecemos, es vital reforzar los cuidados. Antes de exponer la piel al sol, se debe aplicar un protector de amplio espectro (SPF 30, en adelante), sombreros y gafas de sol. Esta triada ayudará a reducir el riesgo de cáncer y las manchas de la edad.

Una adecuada protección contra la radiación solar también previene la aparición de líneas de expresión. Un estudio publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health señala que las mujeres mayores de 40 años podrían reducir la formación de arrugas al usar protector solar.

Lo recomendable es colocar una capa generosa 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicarlo cada cuatro horas.

2. Humectar tu piel y utilizar contorno de ojos

Los humectantes desempeñan un papel fundamental al nutrir e hidratar la piel, lo cual se vuelve importante a medida que envejecemos. Con el paso del tiempo, la piel tiende a volverse más seca, lo que aumenta su susceptibilidad a las arrugas.

Además, debes prestar especial atención a la delicada piel alrededor de los ojos. Esta área es más sensible y frágil, y muestra los signos del envejecimiento de manera más rápida.

Utiliza un contorno de ojos que brinde hidratación y cuidado intensivo para esta zona. De esta manera, reducirás la apariencia de arrugas, ojeras y bolsas.

3. Utilizar antioxidantes y retinoides en tu rutina de cuidado facial

Es fundamental establecer una rutina de cuidado facial que incluya antioxidantes y retinoides para restaurar la hidratación de la piel y reducir las líneas de expresión. A partir de los 30 y 40 años, el uso de antioxidantes se vuelve esencial para mantener la piel suave y elástica, según menciona el doctor Jaén.

Uno de los más eficaces es la vitamina C. De hecho, un estudio publicado en Nutrients reveló que la aplicación diaria de una fórmula de ácido ascórbico, durante al menos tres meses, mejoraba la apariencia de las arrugas finas y profundas en el rostro y el cuello, así como la textura general de la piel.

Por otro lado, entre los 40 y 50 años, es conveniente incluir retinoides en tu rutina de skincare para dar luminosidad a la piel, así como atenuar las manchas.

A la hora de escoger y aplicar un producto que contenga este principio, solicita asesoramiento con un dermatólogo.

4. Practicar gimnasia facial

La gimnasia facial es una técnica que implica realizar movimientos específicos en el rostro para fortalecer los músculos, mejorar la circulación y aliviar el estrés. Estos ejercicios pueden ayudar a reducir la profundidad de las arrugas y otorgarle más tono a la piel.

Un estudio publicado en el Journal of Korean Physical Therapy sugiere que la práctica de la gimnasia facial puede aumentar la elasticidad de la piel en el rostro y el cuello. Sin embargo, es importante destacar que se requiere mayor evidencia científica para respaldar estos hallazgos.

Si estás interesado en probar estos ejercicios, es recomendable consultar con un profesional y seguir instrucciones adecuadas para obtener los mejores resultados.

Abraza tus arrugas con dignidad y amor

Ahora que tienes conocimiento del orden en el que las arrugas aparecen, según la edad, debes recordar la importancia de cuidar tu piel, protegerla de los daños solares y ambientales, y mantener una rutina de cuidado facial consistente para prevenir el envejecimiento prematuro.

Sin embargo, más allá de los cuidados externos, es fundamental abrazar cada surco con dignidad y amor, ya que son testimonios de las experiencias vividas a lo largo de tu vida. Todas tus arrugas cuenta una historia, así que valóralas y muéstralas con orgullo.

Con información de Mejor con Salud