A las 9:45 a. m. ocho personas se subieron a la unidad del Panabus en La Castellana. El destino de la jornada del día era la avenida Intercomunal de El Valle. Allí se bajó del autobús Luis Fernández, líder social de la organización, para abordar a unas personas en situaición de calle.
Detrás de unas escaleras, en una cancha, había aproximadamente siete personas quienes al ver a Luis se levantaron y huyeron. Sin embargo, él les explicó que era parte de la ONG Panabus y que no pertenecía a una institución gubernamental.
Su visita era para darles atención médica, comida y que podían bañarse, porque los autobuses están equipados con ducha, inodoro, lavamanos e insumos médicos.
La primera persona que aceptó la ayuda de la organización fue Gabriel, quien desde hace ocho meses vive en las calles, aunque tiene su casa propia desde hace cinco años. Trabajaba en el Mercado Mayor de Coche, pero por una ruptura amorosa cayó en el consumo de drogas y meses después se fue de su casa.
El Panabus es una red de unidades móviles que recorre zonas vulnerables de Caracas, desde 2017, con un equipo de especialistas preparado para brindar asistencia psicológica, médica, alimentación y aseo personal a quienes viven en las calles.
4951 personas se han montado en la unidad y lograron la reinserción a la sociedad de 15 personas en lo que va de 2024. Mientras que tienen seguimiento a 55 personas que continúan su preparación para obtener un trabajo.
Transformación sobre ruedas
Maru Rodríguez, coordinadora general de la ONG, explicó que esta iniciativa surgió en noviembre de 2017, luego de que un grupo de amigos decidió brindarle atención primaria a las personas en situación de calle.
Desde ese momento formaron un grupo compuesto por médicos, trabajadores sociales, comunicadores y psicólogos, encargados de crear iniciativas y determinar las rutas para atender a esta población. De acuerdo con la ONG Regala Una Sonrisa más de 5000 personas viven en las calles caraqueñas.
“Es una red de asistencia móvil que ofrece ayuda a estas personas. Damos una primera atención, luego hacemos seguimiento y acompañamiento a casos de personas atendidas, promovemos su reinserción social y así logramos que tengan una mejor calidad de vida”, destacó Rodríguez.
Agregó que en la unidad móvil pasan cosas increíbles. “Han llegado personas que entran y apenas cerramos la puerta para que se bañen, gritan de felicidad porque se sienten como en casa”.
El comienzo es una decisión
Luis Fernández explicó que después de ese primer contacto con la persona en situación de calle se realiza una entrevista cara a cara para conocer por qué llegaron consumen drogas o si tienen algún contacto con sus familiares.
Gabriel y Luis se sientan y comienza la entrevista cara a cara:
—¿Cuánto tiempo tienes en las calles?
—Ocho meses, responde Gabriel, escuetamente.
—¿Consumes?
—Sí, crack y cripy, responde con la cara agachada.
—¿Quieres volver a tener contacto con tus familiares? Se realiza con el fin de tener contacto con el familiar y generar un vínculo.
Sin embargo, Luis afirmó que para entrar al Panabus las personas en situación de calle deben mostrar su interés por conseguir un empleo o abandonar los vicios que lo llevaron a la calle, pues la misión de la unidad es lograr la reinserción social a futuro.
“Una vez que el usuario expresa el deseo de salir a la calle se inicia la fase dos, en la cual se crea un plan de trabajo a corto, mediano y largo plazo. En esta etapa Familia Panabus incluye ayudar a obtener documentos de identidad, buscarles empleo y trabajar en el vínculo familiar”, detalló.
Reinserción social
Después de que Gabriel tuvo el primer contacto con los voluntarios del Panabus salió muy conmovido al ver su cambio. “Yo sé que puedo tener una nueva vida y salir de las calles porque lo que hago ahorita está mal”.
Con lágrimas aseguró que su razón de querer cambiar son sus tres hijos, porque le da pena que ellos lo vean sucio, en consumo de drogas y durmiendo en la calle.
Por una persona que se reinserte a la sociedad, es una familia que le estás dando la oportunidad de salir adelante”, aseveró Rodríguez.
Sin embargo, reconoció que no todas las personas en situación de calle aceptan una ayuda como la que ofrece esta ONG. “Solo nos queda darle las gracias y esperar que en las próximas jornadas acepten la reinserción”.
Con información de Crónica Uno
