Maigualida Vargas: Hay gente que quiere vivir de los animales

Maigualida Vargas llegó a Últimas Noticias acompañada de Blue, un perro grandote que la sigue a todas partes, de caminar lento, muy lento, casi como si pensara cada paso que da. Al lado de esta mole lerda de cuatro patas, contrasta su menuda apariencia, su frenesí y expresividad al hablar. Nos explica que Blue fue rescatado y que actualmente, junto a otro grupo de peludos, forma parte de la familia de Misión Nevado, la cual preside desde hace ocho años.

Maigualida no comulga con la idea de llenar los zoológicos con más animales, pero considera que la calidad de las exhibiciones de los recintos que aún se preservan en el país ha mejorado. Nos dio la hermosa noticia que Nube, uno de los ejemplares de raza mucuchíes que se encuentra en resguardo de la Misión Nevado, parió 10 cachorritos, los cuales pronto serán colocados en hogares donde entiendan la importancia y relevancia de la preservación de esta raza criolla, que aún da la batalla por ser reconocida a nivel internacional.

Pero frente a esta noticia positiva, nos machaca que aún existen coleos, corridas y peleas de gallo en todo el país, triste dato para los que damos la batalla por la extinción de este tipo de prácticas que aún se refugian en el concepto de la preservación de la cultura de ciertas regiones, más aún, cuando observamos como países como México o Colombia anuncian cambios en sus leyes para establecer mecanismos para desaparecerlas.

Maigualida nos cuenta de su lucha por “bajar el cortisol” y por lograr el autocontrol de su gestualidad, porque asegura que le cuesta “moderar sus caras” cuando alguna persona la aborda con alguna idea “brillante”, como la de “donarle” algunos cachorros a la Misión Nevado y no asumir la responsabilidad que implica tener un animal.

Recuerda que en sus inicios como defensora de los animales le decían “la recoge perros” porque junto a un grupo de amigas, también abogadas como ella, defendían a sus colegas proteccionistas en las citaciones que recibían de la “perrera municipal”.

Maigualida cree firmemente que hay gente buena y responsable con los peludos y gente mala, y asegura que lastimosamente hay gente que no vive para protegerlos, sino que quieren vivir de los animales.

—¿Cómo percibes la atención actual que se le da a los animales en los distintos zoológicos del país?

—Personalmente no soy amiga de los zoológicos, llenarlos de más animales no es algo que comparta, pero sí creo que ha mejorado la permanencia de los animales en estos centros y hemos visto mejoras en la calidad de las exhibiciones.

—¿Qué es lo que no te gusta de los zoológicos?

—Creo que deberían ser espacios de preservación y no de exhibición, eso es un concepto en desuso. Se pensaba que en un espacio reducido se garantizaba que la persona que pagaba su entrada al recinto, podía ver al animal. Sin embargo, hay zoológicos cuya estructura data de los años 60, cuyas exhibiciones eran prácticamente una caja donde se mete el animal, como El Pinar,  pero se han modernizado y ahora son muy amplias, ambientadas casi de forma natural al hábitat del animal, con prohibiciones de tener animales aislados. Siempre tienes que tener una comunidad de su especie, especialmente si son gregarios, cualquier ser vivo aspira crecer y desarrollarse en su hábitat natural para desarrollar la cotidianidad con su misma especie. Sin embargo, si se rescata un animal en cautiverio y no hay programas desarrollados de reinserción en fauna, tienes que llevar el animal a un zoo. Si el animal viene de ser domesticado, soltarlo a su suerte tampoco suele ser una opción.

—¿Cuántos zoológicos hay en Venezuela actualmente?

—Cerca de 12 y  aunque sean privados están regulados por el Ministerio de Ecosocialismo. El zoológico de Yaracuy es probablemente el más decente, porque es una suerte de reserva. Allá llevaron a la osa que estaba confinada en El Pinar, porque de allí sacaron a los animales grandes y allí había un buen espacio para tenerla. Esa pobre osa ha sido valiente, estaba sometida a una  infraestructura que está en desuso, era como un kennel de perros para ese animal tan grande. Su traslado fue un reto que afortunadamente dio buenos resultados.

Maigualida comentó que el Ministerio de Ecosocialismo reactivó algunos convenios internacionales y de allí llegaron especies no nativas como: las gruyas de China, los leones blancos, tigres, perros de agua y camellos que se han distribuido por los diferentes zoológicos del país.

—¿Cómo va el proceso de reconocimiento internacional de la raza mucuchíes?

—Actualmente tenemos camadas nuevas de mucuchitos. Nube (una de las hembras que la misión tiene en reserva) parió 10 cachorros -dice con una gran sonrisa en su cara, así como si se tratara de sus nieticos-. Ahorita la tenemos resguardada en casa de una proteccionista y le estamos buscando hogar a los cachorros.

—Seguramente mucha gente te ha pedido un cachorro de esos

—Sí, pero tenemos que ser selectivos a la hora de entregarlos porque en el marco del programa de preservación de esta especie ha sido muy complicado que entiendan que se trata de un perro de exhibición, de cría, que tiene que estar en unas condiciones específicas. Por otra parte, en la misión necesitamos contar con ellos para que participen en nuestras jornadas de exhibiciones caninas, pues aún no tenemos la certificación internacional de la Federación Canina y tenemos que empeñarnos en ello.

Misión Nevado en las aulas

—¿Qué ha hecho Nevado en materia de sensibilización y formación en niños y adolescentes respecto al tema del maltrato animal?

Actualmente está en revisión una guía docente porque finalmente la capacidad de Nevado en llegar a todas las escuelas del país es imposible. Vamos a preparar “formadores de docentes” para que se incorpore en los programas la formación animalista, ese ser que trabaja en defensa de los animales. Hicimos una guía para educación inicial, y después queremos hacer la de educación básica, pero lastimosamente el proceso es súper lento. Con Héctor Rodríguez esperamos tener más chance en esa revisión, para que las maestras puedan implementar la formación animalista de los cuidados de los animales de compañía.

—Frente a la vorágine de las redes sociales, ¿crees que los medios tradicionales son el medio adecuado para llevarles este mensaje?

La gente minimiza la importancia de los textos impresos en los niños. Soy de la generación Meridianito, recuerdo que hasta traía entradas para los teatros. Era una fanática, loca por eso. Mis tías y mi mamá me lo buscaban semanalmente. El boletín de Aproa era otra de las cosas que amaba leer, salí una vez en la portada. Yo sí creo que aún a los niños les llega el mensaje impreso.

—¿Cuándo empezaste a militar como defensora de los animales?

—No empezamos con buen pie este tema animalista. Recuerdo que Felipe Lebrún, el encargado de la perrera municipal, nos perseguía porque nosotras éramos las abogadas de nuestras amigas a quienes citaban porque tenían muchos gatos o perros en sus casas. Fue una época terrible. Nos decían que éramos “las recoge perros”. Cuando cambian a Felipe Lebrún ponen a Gilberto Planas y él fue quien acabó con la eutanasia en ese espacio. No hacían mucho, pero por lo menos no mataban a los animalitos. Cuando entra Erika (Faría) a la Alcaldía de Caracas nos entrega a Fundafauna, y usamos ese espacio de albergue y damos en adopción a los perritos, no los matamos -subrayó.

En los años 60, estuvo al frente del tema la llamada Sociedad protectora de animales, a cargo de Víctor Mileo, pero no se encargaban de lo que hacemos actualmente, era algo muy altruista, dedicado a especies muy exógenas, empezaron con el tema de la fauna silvestre que era el tema que estaba de moda en el mundo. Después en ese mismo grupo, empezaron a trabajar la lucha anti taurina. Fue en los 80, cuando nace Aproa,que se empieza a visibilizar el tema de  los animales de compañía.

—¿Pero aún existe el concepto de perrera municipal?

—No, las perreras municipales ya no existen en ninguna parte del país. La única entidad que posee albergues de animales del Estado es Misión Nevado. Las perreras se llevaban a los animales en sacos y los envenenaban, era algo muy cruel. Ese espacio ahora lo tiene Misión Nevado y es un albergue, queda en Pinto Salinas.

Tenencia responsable

—¿Puedes explicarnos la diferencia entre un albergue y un depósito de animales?

—Tengo en parte alto el cortisol por ello, es difícil, porque al menos una persona a diario me escribe para preguntarme dónde puede “donar” a un animalito porque ya no lo puede tener, por una causa u otra. Y yo me digo: será abandonarlo. Otros me preguntan, en qué sede de Nevado están recibiendo a los perros para llevar unos que tengo por acá, la perra me parió 11. Creen que la Misión Nevado está para que la gente pueda deshacerse de sus responsabilidades. Si no lo puedes tener, tienes que garantizar que consiga una familia, otra casa con igual o mejores condiciones que las que tenía. No es el Estado que va a venir a resolver tus problemas de responsabilidad. He tratado de controlarme y no ser tan antipática como era antes y trato de ser más pedagógica con la gente, pero a veces se me sale… también depende como me lo planteen. Hay quien me ha ofrecido “ayudas” para la Fundación Nevado, a través de la “donación de unos perritos, es realmente increíble como la gente evade sus responsabilidades frente a la tenencia de un animal de compañía, de un ser sintiente.

—¿Cómo evalúas los niveles de sensibilidad actual respecto al maltrato animal?

—Creo que con los animales hay más sensibilidad con respecto al tema del maltrato. Antes la gente pasaba y veía alguna situación y no se metía. Ahora la gente se involucra y sabe incluso que puede ir a la policía o a la fiscalía y denunciar. Las redes sociales han ayudado mucho a crear conciencia.

—La gente en redes pide en muchos casos cárcel para los maltratadores de animales

—El proyecto de ley permite que en los casos de crueldad extrema, una pena corporal con más de cinco años. Provoca, pero no podemos, por ejemplo, meter a una gente presa porque tenga un perro amarrado en una terraza. La educación es lo único que nos va a ayudar a crear esa sensibilidad que queremos. Todo lo que queremos acabar se suma en una sola palabra: conciencia. Otro ejemplo es lo que pasa hoy en día con las corridas de toros, que la gente ha tomado conciencia, culturalmente se ha ido transformando la sociedad. Ya ningún niño quiere ser torero, por ejemplo, quieren ser influencers, pero jamás te dicen que van a ser toreros.

—¿Pero no crees que las redes sociales tienen doble rasero?

—Las redes deben ser una buena vía para llevar el mensaje de conciencia sobre el maltrato animal, pero sí, existe el amarillismo de las redes, porque personas inescrupulosas las usan mucho para conseguir dinero, se emplean fotos dramáticas para manipular. Mensajes como: Hasta hoy tenemos comida o colocan la foto lastimera del perro herido. Hay gente buena y responsable y gente mala. Lastimosamente hay gente que no vive para los animales sino que quiere vivir de los animales.

—Ya en algunos países existe la prohibición de venta de animales.

—La ley actual prohíbe lo que se llaman las vidrieras vivas. La venta no es ilegal, pero sí está totalmente prohibida la venta ambulante de animales. Hace años con una fiscal nos metimos para esos criaderos de El Junquito y nos llevamos un montón de perros en condiciones deplorables. Hay gente que quiere vivir de eso. No se trata de la señora que buscó cruzar su perrito, sino del explotador, el que maltrata al animal al sacarle cría desmesurada sin proveer las condiciones básicas para el bienestar del animal y las crías. El establecimiento debe cumplir con todos los requisitos de ley y todo lo que tiene que tener un comercio.

—¿Y qué sucede con esos sitios de cría ilegal?

—Lamentablemente existen roscas, sí hay cría ilegal de perros, pero quien ejerce el procedimiento puede disponer de los animales, y cuando se trata de perros de raza, desaparecen los animales, pero si son cajas de conejitos sí nos llaman -denunció. Además, en paralelo hay establecimientos que venden animales para sacrificios en los mercados. Tengo cinco perros en mi oficina que vivían confinados en jaulas, en condiciones deplorables, destinados a la cría, fueron rescatados de un criadero ilegal. Por ello es necesario incorporar también a las autoridades en el proceso de educación y sensibilización, el proceso de creación de conciencia para que se cumpla ese ciclo virtuoso y ellos puedan cumplir con su labor

Legislación pendiente.

—El pasado mes de febrero la Asamblea Nacional aprobó en primera discusión el proyecto de ley para el trato digno de los animales de compañía. ¿Cuál es el estatus actual de ello?

—Ya discutimos y revisamos la parte de las sanciones que se le incorporó al proyecto después de la primera discusión en plenaria. Tres delitos, tres tipos de sanciones administrativas (leve, grave y muy graves) . Los delitos se discutieron con el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, así como con las distintas instancias del Ejecutivo, Insai, Ministerio de Ecosocialismo, Movimientos animalistas. Ahora le toca el turno a la Comisión de Política Interior para que  termine de revisar los tres delitos que estamos incorporando, porque según el reglamento de la Asamblea Nacional deben ser aprobados por esta instancia legislativa antes de regresar a plenaria para su segunda revisión.

—¿Qué ha pasado con la regulación de la fiesta brava?

—Bueno, en Tovar, estado Mérida, no hubo corridas este año, pero aún en algunos estados, como en Táchira, se siguen realizando.

—¿Y las peleas de gallo? 

—Se realizan en todo el país. Hay al menos una gallera por municipio, es la práctica más arraigada. En estos sitios se manejan intereses económicos muy altos porque hay un tema de apuestas y menudeo de dinero permanente. Piensan que esta ley puede afectar sus intereses y se activan los mecanismos de defensa, por lo que les conviene minimizar y ridiculizar la lucha por un trato digno a los animales. Por eso nos dicen ‘baña perro, recogedores de gatos’ de forma burlesca y peyorativa.

—El fiscal Saab nos comentó que también por redes sociales recibe mensajes que ridiculizan su accionar por la defensa a los animales

—Siempre habrá un sector que piensa, desinformadamente quizás, que este esfuerzo pueda afectar ciertos intereses, y persisten en decir que hay proyectos más relevantes para la vida que trabajar en una ley para los gaticos y perritos, entonces cosas como las burlas lo usan para ridiculizar y así minimizar el impacto que esta norma pueda tener en lo que se está haciendo. Brinca el de la ganadería imaginándose que hay un inspector de Misión Nevado diciendo que las vacas sufren en el beneficio, pero yo sí creo que alguien pudiera velar para que la tecnología moderna se use de manera adecuada para que el sacrificio que se emplea en la industria de la alimentación sea sin dolor, como se hace en todo el mundo.Gol: Una luz en el camino

—Hablemos del caso del perrito Gol, un comunitario que fue torturado, al que mataron cruelmente en un estacionamiento de La Candelaria

—La condena de los dos sujetos agresores del perrito Gol fue de 4 años 8 meses, no los sentencian solo por el mero hecho del maltrato animal, sino por la tenencia de armas y agavillamiento. Por no darles los 5 años, no se concreta la pena corporal y les otorgan una privativa de libertad con una cautelar para prisión en libertad, es decir régimen de presentación. Ellos cumplieron con la sanción disciplinaria en Nevado. El juez los mandó a pintar y limpiar y a colaborar con la Misión. Yo creo que ellos están muy arrepentidos.

—¿Y no te dio miedo meter en la sede de la misión, donde se encuentran los animalitos, a esos sujetos maltratadores?

—Sí, y se los dije. Mandan a dos tipos transgresores en materia de protección animal a participar en ocho talleres de sensibilización que se los tenemos que dar en la misión, y termina siendo el castigo para mí, porque me veo en la obligación de diseñar e impartir un taller a un tipo que no le gustan los animales. Creo que es mejor una pena pecuniaria, que le compren perrarina al centro, o materiales. Al final no los pusimos a trabajar con animales, por supuesto. Los mandé al proyecto de remodelación de la sede del Nuevo Circo, a trabajar.

—Pero en medio de todo, ¿no te parece que se hizo justicia a Gol?

—Claro, al contrario de como estábamos antes, ahorita puedes llamar a un policía para que te apoye si ves un caso de maltrato. Los que hemos recogido perros toda la vida mucho antes de siquiera existiera la Misión Nevado, llamar a un policía para que interviniera porque estaban jodiendo a un animalito era algo imposible, se reía el policía en tu cara. Ahora hay más sensibilidad, hay más compromiso en algunas instancias e instituciones. Sin embargo hay gente que insiste en ridiculizar la lucha. Lo mismo pasa con el tema ecologista. Se les sigue tachando de come flor, dada la sensibilidad de algunos temas, por los intereses, por eso prefieren dejar a los ecologistas como locos abrazadores de árboles, porque si alguien se los empieza a tomar en serio, se podrían dar cuenta que del daño que el capitalismo hace en contra de nuestro planeta.

—La tendencia entonces es hacia la denominada justicia restaurativa

La tendencia es la disminución de sanciones corporales como mecanismo de reducción de hacinamiento en las cárceles , buscando sistemas de rehabilitación. Una vida no se restaura, tienes que reponérselo a la sociedad y eso no tiene que decir que tienes que ir a sobar mis perros en la misión porque esos delitos no tienen pena corporal. Creo que esa justicia restaurativa se configura con lógica y para ello tiene que ser visto desde la perspectiva de la víctima de quienes se vieron afectados y no desde la perspectiva individual de un juez. Yo recibo mucha gente de trabajo social en la misión. En el circuito de violencia contra la mujer hay varias juezas perrunos y les gusta mucho mandarme a los que golpean a las mujeres.

—Apuestas entonces al trabajo social como proceso dentro de la justicia restaurativa

—Yo sí creo que puede funcionar, no en todos los casos, no cuando se trata de maltrato animal, creo que cuando hay mucha crueldad hacia los animales hay un problema psicológico. Hay niveles de crueldad que definitivamente son patológicos. Alguien que trata con ese nivel de violencia a un animal indefenso, como pasó en el caso de Gol no está bien de la cabeza. Tiene que ver también con una relación de poder. Yo creo que hay niveles en los cuales debe haber pena corporal, pero en las cárceles tampoco hay mucho que aprender, así que creo que deben existir otros sistemas de rehabilitación cuando existan ciertos niveles de crueldad.

Al detal

• “En Venezuela hay al menos una gallera por municipio, es la práctica más arraigada”.
• “La señora de los gatos no existe, por lo que pido a las personas sean responsables y no boten a los animalitos en basureros o los abandonen en las plazas por donde pasa la señora y les pone comidita y los cuida”
• No hay que sentirse mal por no darle comida a las guacamayas, pues las protegemos al no domesticarlas, pueden venir personas sin escrúpulos a atraparlas para traficarlas.
  • “Me confieso ser más perruna que gatuna”.
    • “Aún somos conservadores en materia de leyes de protección animal. Los abogados tenemos una biblioteca que sirva para el sí y otra para el no, así que al final lo que prevalece es la voluntad política, más que teoría política”.
      • “Si te encuentras a un animal silvestre en mal estado debes entregarlo a un especialista que se dedique a la rehabilitación: sana, cura y libera. Nunca el cautiverio es la solución”.
        • “Si no tengo el teléfono al lado siento ansiedad”.
          • “En 1984 a partir del nacimiento de Aproa es que se empieza a visibilizar el tema de los animales de compañía, con costos mucho más accesibles que los grandes centros veterinarios privados. Aproa es un pilar fundamental en el movimiento animalista”.

Dato

La Misión Nevado se activó el 30 de diciembre de 2013 al ser publicado en Gaceta Oficial “como proyecto colectivo, revolucionario, ecosocialista y animalista para el rescate y protección de la fauna canina y felina en situación de calle”.