La sorprendente historia de la mujer mas fea del mundo

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Hace unos años, la historia de Lizzie Velázquez, una estadounidense víctima de acoso en redes sociales por su apariencia y etiquetada como «la mujer más fea del mundo», conmovió a muchos. Sin embargo, más de un siglo atrás, otra mujer, Mary Ann Bevan, vivió una situación similar tras recibir ese mismo título. Ambas compartían una condición en común: una enfermedad que alteraba su aspecto físico. En el caso de Mary Ann, la acromegalia causaba deformaciones en su rostro y extremidades, además de un crecimiento anormal en su cuerpo.

La historia de Mary Ann Bevan, conocida como «la mujer más fea del mundo»

Mary Ann Bevan, cuyo nombre de nacimiento fue Mary Ann Webster, nació en Plaistow, Londres, el 20 de diciembre de 1874, en una familia de clase trabajadora. Durante su juventud, se desempeñó como enfermera. En 1903, a los 29 años, se casó con Thomas Bevan, un florista que falleció inesperadamente en 1914, dejando a Mary Ann viuda y sola a cargo de sus cuatro hijos. Para entonces, ya presentaba síntomas de acromegalia, una enfermedad que lentamente había comenzado a desfigurar su rostro y afectar su cuerpo.

Hacia los 32 años, Mary Ann experimentaba fuertes dolores y transformaciones físicas notorias. Al enfrentarse a la necesidad de sostener a su familia, participó en un concurso que buscaba a la «mujer más fea del mundo», y al ganarlo, usó su aspecto para ganarse la vida. Fue contratada por Mr. A. Chapman of Blackpool y, más tarde, por Sam Gumpertz en Estados Unidos, donde trabajó en el espectáculo Coney Island Dreamland Sideshow y en la World’s Fair del Circo Ringling Brothers hasta su muerte en 1934.

¿Qué es la acromegalia?

La acromegalia es un trastorno endocrino provocado por un exceso en la secreción de la hormona del crecimiento (GH). Su manifestación más visible es el crecimiento desproporcionado de las extremidades y órganos internos, con un 98% de los casos asociados a un tumor en la hipófisis. La intervención temprana puede mejorar la calidad de vida de los afectados, ayudándolos a retomar una vida relativamente normal, aunque algunos recurren a cirugía estética para aliviar secuelas físicas.

Muchos pacientes con acromegalia suelen tener problemas de autoestima y prefieren evitar espejos o fotografías. La autora de este relato, quien también padece acromegalia, asegura: «Los enfermos de acromegalia podemos tener hijos con normalidad y desempeñar nuestros trabajos sin grandes dificultades, pero desde luego no deseamos ser objeto de burla ni de exhibición».

Esta es una enfermedad compleja y poco común que requiere comprensión y apoyo para que los pacientes puedan sentirse aceptados y respaldados en su esfuerzo constante por adaptarse a una sociedad con elevados estándares estéticos.

En el siglo XXI, Hallmark lanzó una tarjeta con la imagen de Mary Ann junto a sus cuatro hijos, en tono de broma. Esto generó protestas, ya que se consideraba ofensivo para quienes padecen acromegalia. Tras la reacción de un médico alemán, la tarjeta fue retirada, y Hallmark ofreció disculpas a quienes se sintieron afectados.

Con información de 800Noticias