10 recomendaciones efectivas para reparar tu cabello dañado

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Si quieres recuperar la vitalidad de tu cabello, algunas de las recomendaciones incluyen mascarillas naturales, protegerlo del sol y evitar el uso excesivo de herramientas de calor. ¡Conoce todos los consejos!

Para reparar el cabello dañado es necesario tomar las decisiones adecuadas para su cuidado diario. Elegir un champú hidratante, limitar el uso de herramientas de calor, evitar la aplicación de químicos agresivos y asegurar una adecuada nutrición es clave para devolverle su salud y brillo.

Si notas síntomas como la sequedad excesiva, el quiebre de las hebras, el exceso de frizz, las puntas abiertas o la falta de crecimiento, es momento de realizar algunos cambios en tu rutina capilar. ¿Qué debes tener en cuenta? A continuación, te damos las 10 mejores recomendaciones:

1. Elige un champú con fórmula hidratante

Uno de los pasos fundamentales para recuperar la salud del cabello es elegir un champú con una fórmula que restaure la humedad y los nutrientes que se han perdido por la exposición excesiva al calor, la contaminación o la aplicación de químicos agresivos.

Ingredientes como la queratina, el pantenol, los extractos de plantas, los aceites naturales (argán o coco, por ejemplo) y la vitamina E contribuyen a sellar la cutícula capilar y a retener la humedad; además refuerzan la estructura de las hebras y brindan protección contra futuras agresiones.

Ya sea que prefieras las opciones comerciales populares, o bien, las marcas orgánicas, procura que tenga alguno de estos componentes. Al momento de aplicarlo, cubre desde las raíces hasta las puntas y realiza suaves masajes en el cuero cabelludo para asegurarte de que penetre bien.

2. Evita lavarte el pelo en exceso

Algunas pueden pensar que lavar el cabello varias veces al día asegura su limpieza. Sin embargo, lejos de ser un hábito saludable, esto puede contribuir a que sufra deterioro y sequedad. El exceso de lavado barre los aceites naturales que hidratan y protegen el cabello. En consecuencia, aumenta el riesgo de debilidad, quiebre, deshidratación y caída excesiva.

La frecuencia de lavado depende en gran medida del tipo de cabello y del estilo de vida; la mayoría no tienen problema en esperar dos o tres días. Puede ser necesario cada día si hay demasiada sudoración o si el cabello es muy grasoso. 

3. Complementa el lavado con acondicionador

El acondicionador es un producto diseñado para rehidratar, nutrir y suavizar las hebras de pelo. Por eso, si quieres reparar tu melena, procura incorporarlo en cada lavado. Su aplicación facilita el desenredo y disminuye la fricción al peinarlo; además, combate la sequedad y aporta brillo.

Opta por aquellas fórmulas que contienen ingredientes como la glicerina, las vitaminas del complejo B, la biotina, los extractos de plantas o aceites vegetales como el de coco o de almendras. Estos refuerzan la estructura capilar y alivian la sequedad.

Utilízalo después de enjuagar el champú, distribuyéndolo desde la mitad del cabello hacia las puntas. Deja actuar el producto durante 3 o 5 minutos y aclara con abundante agua.

4. Utiliza mascarillas naturales

La aplicación ocasional de mascarillas naturales es un excelente complemento para reparar el cabello dañado y seco.

A través de la combinación de ingredientes como el aguacate, la miel, el aceite de coco, el huevo, el yogur, entre otros, obtienes un plus de grasas saludables, vitamina E, aminoácidos y otros nutrientes que le devuelven a tu melena fuerza, hidratación y brillo.

Algunas de las más recomendadas son las siguientes:

Los efectos de estas preparaciones pueden variar de acuerdo al tipo de cabello y su condición. Sus beneficios están respaldados por la composición nutricional de sus ingredientes. No hay evidencia científica específica que compruebe su eficacia.

5. Evita el uso excesivo de herramientas de calor

Más allá de emplear productos sobre el cabello dañado, es primordial limitar al máximo el uso de herramientas de calor, como secadores, planchas, rizadores y cepillos térmicos. Estos debilitan la estructura capilar, pues descomponen proteínas esenciales como la queratina.

En consecuencia, las hebras pierden fuerza y quedan susceptibles al quiebre, la sequedad y la caída excesiva. Reserva los peinados con estos elementos para casos muy puntuales; además, antes de utilizarlos, asegúrate de aplicar protector térmico.

6. Protege el cabello del sol

La exposición directa y prolongada a los rayos UV del sol genera daños en la cutícula capilar, además de sequedad, decoloración y debilitamiento del pelo. Por eso, antes de hacer actividades al aire libre, sobre todo si es en el campo o en la playa, procura protegerlo con productos con filtros UV y sombreros.

Asimismo, limita las horas que estás bajo el sol, en especial entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos ultravioleta son más intensos. Si por algún motivo estuviste expuesta, recuerda proporcionar hidratación extra a tu cabello con mascarillas o tratamientos intensivos.

7. Corta las puntas con regularidad

La experiencia de estilistas y expertos en cuidado capilar sugiere que el corte de las puntas del cabello, cada 6 u 8 semanas, ayuda a evitar que el quiebre y la debilidad se extienda hacia arriba de las hebras. Al eliminar las puntas abiertas, la melena adquiere un aspecto más saludable y manejable.

8. Utiliza fundas para cubrir las almohadas y gomas de seda

La popularidad de las fundas para cubrir las almohadas y las gomas de seda para el cabello tiene que ver con los beneficios que aportan a la hora de reducir la fricción, los enredos, las roturas y las puntas abiertas. A diferencia de las opciones convencionales, las de seda deslizan con suavidad las hebras y no suelen engancharse.

Si bien no hay evidencia científica que respalde que este textil sea mejor para el cabello que otros, profesionales en cuidado capilar suelen recomendarlas, sobre todo cuando la melena tiende a ser quebradiza y débil.

9. Mantén una dieta equilibrada

A la hora de recuperar el cabello dañado, la nutrición desempeña un papel clave. Adoptar una dieta equilibrada y saludable promueve el fortalecimiento de las hebras, disminuye la sequedad y estimula el crecimiento saludable. En particular, asegúrate de comer lo siguiente:

  • Proteínas: presentes en carnes magras, huevos y legumbres. Necesarias para la formación de queratina, que compone la estructura capilar.
  • Grasas saludables: como el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva, recomendadas para un cabello hidratado y fuerte.
  • Vitaminas A, C y E: frutas variadas, verduras de hoja verde y granos enteros. Ayudan a proteger el cabello contra los efectos negativos de los radicales libres.
  • Vitaminas del complejo B: sobre todo la biotina (B7), la B5 (ácido pantoténico) y la B6. Estas son claves para mantener la hidratación, la fuerza y la textura suave del cabello. Las puedes encontrar en huevos, nueces, pescados, batatas, granos enteros y legumbres.
  • Zinc y hierro: carnes rojas, legumbres, lácteos y cereales fortificados. Esenciales para un cuero cabelludo saludable y unas hebras fuertes.
  • Bebidas saludables: en especial agua, pero también infusiones o jugos naturales.

10. Protege tu cabello del cloro

El cloro es un químico que genera deshidratación y debilitamiento de las hebras, lo que se manifiesta con sequedad, frizz y decoloración. Para proteger tu cabello de estas agresiones, sobre todo si ya presenta daños, procura tomar medidas de precaución antes de tener contacto con este.

Con información de Mejor con Salud