La linaza se clasifica como un superalimento por sus importantes contribuciones a la salud y puede consumirse en diversas formas como semillas enteras, linaza en polvo y aceite de linaza.
Entre los numerosos beneficios de la linaza, sobresalen sus propiedades para favorecer la salud digestiva y reducir el estreñimiento, gracias a su contenido de fibra. Esto también contribuye a disminuir los niveles de colesterol en el organismo.
Otra de sus funciones en la digestión incluye el apoyo en afecciones inflamatorias como colitis y gastritis.
De la misma forma, la linaza es rica en vitamina B1 y en minerales como el magnesio y manganeso, que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico y a evitar el daño celular.
La linaza se compone de lignanos o fitoestrógenos, que numerosos estudios han clasificado como anticancerígenos, dado que contribuyen a inhibir el crecimiento de tumores malignos.
Asimismo, el consumo frecuente de linaza contribuye a lograr una piel más suave y firme, así como un cabello robusto y brillante. En realidad, puedes preparar mascarillas utilizando un poco de linaza triturada y agua.
Con información de Batalla de Ideas