El presidente Joe Biden se enfrenta a la creciente presión de legisladores demócratas y aliados para que amplíe las protecciones a los inmigrantes en Estados Unidos, en medio de los temores del partido ante la promesa del presidente electo Donald Trump de deportaciones masivas.
Entre bastidores, altos funcionarios de la administración Biden se debaten sobre qué más se puede hacer, si es que se puede hacer algo más, para proteger a ciertos inmigrantes que residen en Estados Unidos, haciendo malabarismos con las exigencias de los aliados y tratando de evitar extralimitarse en una cuestión que, según algunos estrategas políticos, costó a los demócratas la Casa Blanca.
La inmigración persiguió a Biden durante la mayor parte de su mandato y fue uno de los principales temas para los votantes en las elecciones presidenciales de 2024, muchos de los cuales desaprobaron la gestión del presidente de la frontera entre Estados Unidos y México. Esa realidad está, en parte, dando forma al debate interno.
“El paradigma ha cambiado”, dijo un alto funcionario de la administración a CNN, refiriéndose al panorama político de los últimos dos años.
Los funcionarios, lidiando con los resultados electorales, están evaluando qué se puede hacer sin invitar a una reacción violenta. Pero los demócratas, preocupados por los planes de inmigración de Trump, están clamando para que Biden haga más por la comunidad inmigrante, mientras los defensores expresan su frustración por el hecho de que la administración presione con estrictas normas de asilo mientras otras acciones permanecen en el limbo.
Con información de La Patilla