La Colonia Tovar, conocida como la «Pequeña Alemania de Venezuela», es un destino mágico, especialmente en diciembre, cuando el espíritu navideño impregna cada rincón. Fundada por inmigrantes alemanes en el siglo XIX, este encantador pueblo combina tradiciones europeas con la hospitalidad venezolana, creando una experiencia única para los visitantes.
En diciembre, la Colonia Tovar se transforma en un paraíso navideño. Las calles adoquinadas y las fachadas de estilo bávaro se adornan con luces brillantes, coronas y decoraciones alusivas a la Navidad. Al caer la tarde, el ambiente se llena de música y un agradable aroma a dulces navideños y comidas típicas.
Uno de los principales atractivos es el mercado navideño, donde se encuentran artesanías, adornos hechos a mano y productos típicos como embutidos, mermeladas y panes recién horneados. También es una oportunidad para probar platos tradicionales como las salchichas alemanas, el chucrut y la cerveza artesanal producida en la zona.
El clima fresco de diciembre, que puede descender hasta los 12 °C, invita a disfrutar de actividades al aire libre. Las caminatas por los alrededores permiten admirar la belleza natural de las montañas y el verdor que rodea al pueblo. También se pueden visitar las plantaciones de fresas y degustar estas frutas frescas con crema, un clásico local.
Para los más pequeños, diciembre trae consigo actividades especiales, como encuentros con Santa Claus en la plaza principal, talleres de manualidades y conciertos navideños. Las familias pueden disfrutar de paseos en carreta o explorar los museos que cuentan la historia de los primeros colonos alemanes
No puede faltar una visita a la iglesia San Martín de Tours, especialmente decorada para la temporada, donde se realizan misas y eventos musicales.
En definitiva, diciembre en la Colonia Tovar ofrece una experiencia inolvidable, combinando el encanto europeo con tradiciones venezolanas, en un entorno lleno de magia navideña y paisajes de ensueño.
Con información de 2001