Investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) cartografiaron más de 200 mil colinas abisales en las grandes masas de agua del planeta, mediante un satélite que mide la altura del océano con precisión centimétrica, al capturar reflejos y rastrear las fluctuaciones del agua causadas por las variaciones de la gravedad, lo que permite cartografiar el fondo oceánico con mayor precisión.
El satélite de topografía de aguas superficiales y océanos (Surface Water and Ocean Topography, SWOT, por sus siglas en inglés) logró la identificación gracias a una nueva técnica, que utiliza el movimiento del agua impulsada por la gravedad.
Las colinas se forman por erupciones de magma a lo largo de las dorsales oceánicas. Son características comunes del fondo oceánico, pero se encuentran entre las más difíciles de detectar. Dichas formaciones cubren más del 70 % del fondo oceánico.
El satélite también identificó miles de montes submarinos de hasta 450 metros de altura, que influyen en la circulación de las corrientes oceánicas. En regiones hasta ahora poco exploradas, como la Antártida y el Ártico canadiense, los investigadores descubrieron estructuras inusuales vinculadas a antiguas fracturas y movimientos de las placas tectónicas.
«Es un gran paso. La escala de lo que se puede ver es fantástica», señaló un investigador al destacar el potencial de este avance en el mapeo del fondo oceánico.
El Pentágono, organismo militar de EE.UU., expresó interés en los hallazgos, ya que las colinas abisales representan un peligro para la navegación de los submarinos, incluidos los de propulsión nuclear.
Con información de VTV y Sutnik