Por si fuera poco, el desayuno precede las horas del día en las que se lleva mayor actividad y, por lo tanto, mayor gasto de energía. Aunque no es imprescindible realizar el desayuno, si desayunas debes tener en cuenta que sean alimentos saludables.
Según la Universidad de Harvard, el desayuno tiene que incorporar el 20 % de los nutrientes recomendados, siendo de unas 300 a 500 kilocalorias, aproximadamente, para una persona con unas necesidades de 2.000 kcal.
Entre los alimentos que se deben eliminar de esta comida, es conveniente señalar los alimentos ultraprocesados, que se relacionan estrechamente con enfermedades cardiovasculares (barritas, cereales), los alimentos fritos, el pan blanco y todos los batidos y zumos envasados.
En cambio, un buen desayuno debería centrarse en alimentos de bajo índice glucémico, ricos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables, según ha declarado de manera contundente la médica en el Hospital General de Massachusetts y directora de investigación e instrucción clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Monique Tello.
Sus imprescindibles para esta comida inicial del día los divide en vegetales (frutas y verduras), cereales integrales o sin procesar, proteínas saludables (huevos que no estén fritos, lácteos como yogurt, legumbres, carnes magras…) y grasas saludables como frutos secos o semillas.