En el corazón del estado Lara, la Plaza del Pueblo de Santa Rosa se erige como un símbolo de tradición, historia y devoción. Fundada en 1671 sobre un asentamiento indígena, esta plaza ha sido testigo de eventos significativos a lo largo de los siglos, destacándose la llegada de la imagen de la Divina Pastora en el siglo XVIII.
En una reciente entrevista, Juan Pérez, historiador local, señaló: «Santa Rosa no es solo un punto de referencia religioso, sino también un hito histórico para los larenses. La procesión de la Divina Pastora, que se celebra cada 14 de enero, atrae a miles de devotos de todo el país y del extranjero, generando un impacto económico y cultural profundo en nuestra comunidad.»
La infraestructura de Santa Rosa ha experimentado diversas transformaciones. Recientemente, se han llevado a cabo obras de rehabilitación en la fachada de la iglesia, la Plaza Bolívar y la renovación de las viviendas con colores vibrantes. «Estas mejoras buscan no solo embellecer el pueblo, sino también preparar el escenario para recibir a los miles de visitantes que participan en las festividades,» comentó María Gómez, residente y miembro del comité de rehabilitación.
El turismo en Santa Rosa juega un papel crucial en la economía local. La iglesia de Santa Rosa de Lima, con su arquitectura colonial, y las calles empedradas que rodean la plaza central, ofrecen una experiencia única para los visitantes. Carlos Rodríguez, un turista frecuente, expresó: «Visitar Santa Rosa es como viajar en el tiempo. La calidez de su gente y la belleza del lugar hacen de cada visita una experiencia inolvidable.»
Las autoridades locales y los habitantes de Santa Rosa continúan trabajando juntos para preservar y promover la rica historia y cultura de este emblemático pueblo. La combinación de devoción religiosa, patrimonio histórico y desarrollo turístico promete seguir atrayendo a visitantes y devotos por muchos años más.
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