Dos grandes estudios llevados a cabo por la Universidad del Sur de Dinamarca concluyeron que el uso de la medicación para la diabetes de tipo 2 semaglutida, más conocida con el nombre comercial de Ozempic, se asocia con hasta el doble de riesgo de padecer daño en el nervio óptico. Los estudios que analizaron los datos de casi medio millón de personas identificaron una potencial relación entre el uso de semaglutida, el principio que contienen los medicamentos para la obesidad y la diabetes, comercializado bajo los nombres Ozempic y Wegovy, y una rara enfermedad ocular que causa ceguera.
La condición se llama neuropatía óptica isquémica anterior (NOIA) y afecta a alrededor de 2,3 personas de cada 100 mil. A grandes rasgos, se trata de un «infarto» de la porción laminar del nervio óptico, que se produce cuando la sangre no fluye adecuadamente hacia esa parte del ojo.
El objetivo era analizar a todos los usuarios del país que consumen Ozempic. Ambas investigaciones se basaron en datos exhaustivos de registros sanitarios daneses y noruegos. Sus resultados corroboran un problema que ya se había puesto de manifiesto en un estudio estadounidense de menor envergadura realizado el año pasado: un gran aumento del riesgo de ceguera por NOIA.
En el estudio americano, publicado en la revista médica JAMA Ophthalmology, se concluyó que los pacientes de diabetes a los que se les prescribe semaglutida tienen hasta cuatro veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que los pacientes de diabetes con otros tratamientos. En concreto, Ozempic aumentaría más del doble el riesgo de neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica.
Los estudios de Dinamarca corroboran este resultado. En el primero, los investigadores analizaron los datos de 424 mil 152 daneses con diabetes de tipo 2 y descubrieron que Ozempic duplica el riesgo de desarrollar esta neuropatía que puede provocar una pérdida grave y permanente de la visión.
En el segundo estudio danés, que aún no se ha publicado en una revista especializada, los expertos dividieron a los pacientes en dos grupos: los tratados con Ozempic y los que recibieron tratamientos alternativos. Por lo tanto, este estudio se centró en un grupo más reducido y específico de pacientes con diabetes de tipo 2. El resultado fue el mismo, y esta investigación también reveló que el riesgo de desarrollar NOIA se duplica para los que toman Ozempic.
«El hallazgo principal es el simple hecho de que vemos más casos de NOIA (NAION, en inglés), una enfermedad muy rara pero grave del nervio óptico, entre los usuarios de semaglutida que entre los usuarios de otros medicamentos antidiabéticos. Este hallazgo es muy consistente en todos los análisis que hemos intentado realizar. Aunque no sabemos por qué ocurre, parece que el fármaco aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad», afirmó el autor principal, Anton Pottegård, quien es licenciado en Farmacia y doctor en Medicina del Instituto de Investigación de Servicios Sanitarios de la USD.
Con información de VTV