El Gobierno finlandés remitió este jueves al Eduskunta (Parlamento) un proyecto de ley que prohíbe las adquisiciones inmobiliarias a los ciudadanos y empresas de países que «estén librando una guerra de agresión y puedan suponer una amenaza para la seguridad nacional», en referencia a la vecina Rusia.
El ministro finlandés de Defensa, Antti Häkkänen, señaló en un comunicado que, aunque la iniciativa legislativa no menciona expresamente a Rusia, su objetivo es restringir la posibilidad de que los ciudadanos rusos adquieran bienes inmuebles en Finlandia.
«Rusia representa una amenaza constante para la seguridad de Europa y los bienes inmuebles pueden ser explotados para ejercer una influencia hostil. Tales actividades pueden tener como objetivo la economía, las infraestructuras, las empresas y la seguridad de abastecimiento o bien la capacidad de Finlandia para garantizar la seguridad de su población», afirmó Häkkänen.
El Gobierno finlandés aclaró que esta prohibición no afectará a los nacionales rusos que tengan permiso de residencia permanente en Finlandia o a los que el país nórdico haya expedido un permiso de residencia permanente en la Unión Europea (UE).
En estos casos, podrán adquirir propiedades en Finlandia siempre que el Ministerio de Defensa les conceda un permiso.
Asimismo, el Ministerio de Defensa podrá imponer la obligación de solicitar un permiso previo en aquellas operaciones inmobiliarias en las que sospeche que el comprador actúa como testaferro de una persona o empresa rusa para eludir la prohibición.
Finlandia ha intentado limitar las adquisiciones de propiedades por parte de ciudadanos rusos por motivos de seguridad desde que Moscú lanzó su ofensiva a gran escala sobre Ucrania en febrero de 2022.
Solo en el año 2024 las autoridades finlandesas bloquearon 17 transacciones inmobiliarias de este tipo, alegando que podían suponer un riesgo para la seguridad nacional.
Según cifras oficiales, actualmente existen en Finlandia cerca de 3.500 inmuebles en manos de ciudadanos rusos, la mayoría cabañas rurales y casas de recreo.
Con información de EFE