En un acto que fusionó historia y fe, este miércoles 5 de marzo se llevó a cabo la tradicional misa en conmemoración del 324° aniversario de la ciudad de Maracay, la eucaristía, oficiada por el monseñor Enrique José Parravano en la Catedral de Maracay, contó con la presencia del alcalde de Girardot, Rafael Morales.
Durante la ceremonia, el alcalde Morales, quien estuvo acompañado por su esposa, Cynzia Machín de Morales, y sus hijas, destacó el compromiso de su gestión con la preservación de las tradiciones y la identidad cultural de Maracay, así como el proceso de restauración que se está llevando a cabo en la Catedral. «Qué importante es este Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma, en el cumpleaños de nuestra ciudad de Maracay, la más hermosa del mundo, encontrarnos en este espacio que con tanto entusiasmo estamos recuperando para el disfrute de todos los maracayeros. Esta es una de las catedrales más hermosas de nuestro país», expresó Morales.
En su homilía, monseñor Parravano, obispo de la Diócesis de Maracay, recordó la importancia histórica de la ciudad, fundada en 1701, y su legado de progreso y fe. Además, resaltó el crecimiento de Maracay a lo largo de 324 años y aprovechó el tiempo de Cuaresma para invitar a los ciudadanos a renovar su compromiso con los valores espirituales y el bien común. Sobre las obras de remodelación en la Catedral, comentó: «Estamos agradecidos por los trabajos que se están realizando para renovar nuestra catedral. Queremos que sea un lugar de reencuentro para todos los maracayeros».
El acto religioso también contó con la presencia de GD Marlon Dulcey Parada, secretario de Gobierno del estado Aragua, autoridades regionales, directores de instituciones municipales y miembros del poder legislativo municipal. La jornada inició con una procesión en honor a San José, patrono de la ciudad, que partió hacia las inmediaciones de la Catedral.
La ceremonia, que congregó a una numerosa feligresía, culminó con la imposición de ceniza, símbolo de humildad y renovación espiritual, y una reflexión sobre la importancia de vivir con propósito y solidaridad. Este acto no solo reforzó el sentido de pertenencia de los maracayeros, sino que también resaltó el valor de l la tradición en la identidad de la ciudad.
Nota de Prensa