Al momento de limpiar los platos, la mayoría de las personas actúa por inercia, pues el objetivo es eliminar los residuos de alimentos, pero, es momento de detenerse a pensar un poco en el proceso.
¿Por qué? Generalmente las esponjas que se utilizan al momento de limpiar los utensilios de cocina no se lavan ni se cambian con la periodicidad que amerita el asunto, pues éstas son un foco de hongos y bacterias. Para evitar que estos comprometan tu salud y la de tu familia, cámbialas frecuentemente o utiliza otro método de higiene, como son los paños de microfibra.
Método para limpiar los platos
Recurrir a los paños de microfibra para lavar los platos resulta además de práctico, higiénico. Estos son absorbentes, no rayan las superficies y secan rápido, por lo que luego de lavar los platos se pueden lavar y colgar al sol para que se sequen y eliminar cualquier foco de bacterias.
Éstos, además, no desprenden pelusas ni hilos, son fuertes y duraderos, no generan alergias y son sensibles al tacto de la piel, refiere la Inteligencia Artificial.
¿Cómo utilizarlo?
Si estás pensando reemplazar la esponja lavaplatos por un paño de microfibra es una buena alternativa, este se puede utilizar exactamente igual, se humedece, se aplica el jabón y se frotan las diferentes superficies que se desean lavar. La diferencia radica en que después de cada uso se pueden lavar como cualquier otro paño de cocina cientos de veces y colgar a secar muy bien antes de volverse a utilizar para evitar la contaminación cruzada o que acumulen hongos y bacterias como ocurre con las esponjas tradicionales. Es decir, con ello se reduce considerablemente los residuos.
Con información de 2001