El plátano, una fruta ampliamente conocida, se ha ganado un lugar privilegiado en la dieta de los deportistas gracias a sus propiedades nutricionales. Su contenido en potasio, que alcanza los 350 mg por cada 100 gramos, lo convierte en un recurso esencial para mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo; este mineral no solo ayuda a regular la tensión arterial, sino que también es clave para la recuperación física tras actividades de alto rendimiento.
El plátano es una fuente combinada de fibra, antioxidantes y vitaminas C y E; estos nutrientes trabajan en sinergia para mejorar la circulación sanguínea, reducir los niveles de colesterol y promover la vasodilatación. También se destaca por su contenido en carotenos, que fortalecen el sistema inmunológico.
Por otro lado, tiene efectos beneficiosos sobre la digestión como los plátanos maduros; al contener fructooligosacáridos, actúan como un laxante natural y favorecen una digestión saludable, mientras que los verdes resultan ideales en casos de diarrea debido a su efecto astringente. Cocinarlos ayuda a absorber líquidos y facilita la digestión de hidratos de carbono complejos.
En cuanto a su impacto en la salud general, esta fruta es una aliada contra la anemia al estimular la producción de hemoglobina y mantener niveles adecuados de hierro en sangre. Con un aporte de entre 0,3 y 0,6 mg de hierro por cada 100 gramos, es una opción eficaz para prevenir déficits nutricionales.
Por último, no se puede obviar su capacidad para aportar energía rápidamente. A medida que madura, el almidón del plátano se convierte en azúcares naturales, donde proporciona un estímulo energético perfecto tanto antes como después de realizar actividad física; esta versatilidad lo hace ideal para incluirlo en cualquier plan alimenticio.
Con información de VTV