Un equipo científico internacional descubrió un entorno marino único creado por el impacto de un asteroide de varios kilómetros de ancho que impactó contra la Tierra hace 66 millones de años y que, de acuerdo con las hipótesis, acabó con casi todos los dinosaurios y con unas tres cuartas partes de las especies.
La Universidad de Zaragoza, en España, reveló que el asteroide denominado Chicxulub golpeó la costa de la península de Yucatán, en México, entre los periodos Cretácico y Paleógeno, lo que causó perturbaciones ambientales y la extinción del 76 % de la vida marina en ese lugar.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Communications el 8 de abril, reveló que el impacto del asteroide con la Tierra dio origen a un espacio marino que no se repite en otro lugar del planeta.
Estudios previos demostraron que el ecosistema marino del interior del cráter tardó 30 mil años en recuperarse y aunque aún no se había encontrado una explicación para esta rapidez, la nueva investigación logró dar con la razón.
De acuerdo con las investigaciones, el antiguo golfo de México se convirtió tras el impacto de Chicxulub en un mar semicerrado sometido a una intensa actividad hidrotermal ligada a las importantes fracturas del terreno generadas por la colisión.
La actividad hidrotermal es el proceso de circulación de agua caliente en la corteza terrestre, que puede dar lugar a fuentes de líquido hirviendo.

Como consecuencia de esta transformación, afloraron desde el subsuelo fluidos calientes ricos en nutrientes metálicos disueltos que estimularon el crecimiento del fitoplancton bacteriano y la rápida recuperación del ecosistema.
¿Cómo descubrieron el cambio del entorno marino?
Los científicos identificaron la región con fuentes hidrotermales basados en el comportamiento de la relación de los isótopos del elemento metálico osmio (átomos de ese metal) en rocas depositadas a lo largo de los tres primeros millones de años tras el impacto.
Para analizar su composición, recolectaron estas rocas en una perforación realizada por un consorcio internacional en el interior del cráter de Chicxulub y en cuatro localidades mexicanas que rodean la zona.
Luego de los análisis, comprobaron que la vaporización del asteroide Chicxulub aportó grandes cantidades de isotopos de osmio durante los primeros 200 mil años tras el impacto del asteroide al entorno marino.
Sin embargo, el estudio demostró que pasaron 700 mil años más para que la situación en el golfo de México volviera a los niveles normales del elemento en su entorno, lo que dio como resultado que en el Paleógeno se originaran fuentes hidrotermales submarinas de gran tamaño que aportaron de forma continuada fluidos cargados en metales pesados disueltos.
En este estudio, el equipo de Biocronología de la Universidad de Zaragoza fue el responsable del análisis de un grupo de protozoos del plancton (microorganismos marinos) que dejó abundantes restos fósiles.

Otros detalles del estudio
A través de análisis de alta resolución pudieron crear un modelo de edad detallado para estas rocas con las que determinaron el tiempo preciso de cada una de las muestras geoquímicas.
Este control permitió reconstruir los cambios en el entorno marino y su relación con los isótopos de metales pesados en las comunidades de microorganismos que habitaron el golfo de México a comienzos del Paleógeno.
Además, la evolución temporal de las abundancias relativas de los grupos de plancton que analizaron les señaló la existencia de una etapa en la que la capa superficial del océano en esta región contuvo grandes cantidades de nutrientes disueltos.
Con este descubrimiento, los investigadores demostraron que el impacto de Chicxulub además de causar la extinción masiva de especies en el límite Cretácico-Paleógeno, también contribuyó a la recuperación de los ecosistemas marinos del golfo de México al crear un extenso campo de fuentes hidrotermales que no tiene equivalente en ningún otro de los océanos actuales.
Los investigadores esperan realizar en el futuro estudios similares en regiones más alejadas del cráter de Chicxulub (como el mar Caribe o el Pacífico), con el objetivo de aclarar los patrones de recuperación de los ecosistemas marinos a escala global y determinar los factores que los regularon.
Con información de EFE