‘Quien entra papa sale cardenal’, la máxima conocida por todos antes de un cónclave esta vez, como ya ocurrió con Benedicto XVI, puede no cumplirse, pues ‘papables’ como el cardenal filipino Luis Antonio Tagle o el poderoso secretario de Estado, Pietro Parolin, siguen sonando con fuerza, pero también aparecen nombres nuevos listos para dar la sorpresa, como el estadounidense Robert Francis Prevost.
Parolin sigue siendo el nombre más fuerte, algunos ya le atribuyen un paquete de alrededor de 40 votos, que, en una primera votación, sería muy importante para que en las siguientes llegase a aglutinar los dos tercios u 89 votos.
Parolin y las ‘fake news’
Le apoya el llamado ‘partido de los nuncios’, aquellos que han trabajado en estrecho contacto con la diplomacia vaticana, así como también varios cardenales de la Curia y muchos purpurados de Latinoamérica, continente del que es un gran conocedor. Las últimas ‘fake news’ (noticias falsas) sobre su salud difundidas por medios conservadores católicos, desmentidas categóricamente por el Vaticano, son un indicador de sus fuertes posibilidades.
«Siempre ha mostrado gran interés y preocupación por la realidad venezolana. En días tan decisivos para la Iglesia, nuestro buen amigo hace un espacio en su apretada agenda para recibirnos en el Vaticano. Recordemos que fue Nuncio Apostólico en Venezuela. Siempre estaremos agradecidos por tantos buenos oficios de intermediación que el cardenal Parolin ha demostrado por el bien de todos los venezolanos».
Esto escribía en redes sociales el cardenal Baltasar Porras, no elector pero con un mensaje muy importante sobre el pensamiento latinoamericano en este cónclave.
Otro cardenal fuerte es el filipino Luis Antonio Tagle, prefecto para la evangelización y capaz de atraer muchos votos asiáticos. La asociación estadounidense BishopAccountability le ha acusado estos últimos días, como a Parolin, de haber hecho poco contra los sacerdotes pederastas, pero los obispos filipinos le han defendido.
«Tagle, durante su mandato como obispo de Imus y posteriormente como arzobispo de Manila, participó activamente en la elaboración y aplicación de las directrices» sobre abusos sexuales y conductas indebidas del clero a principios de la década de 2000, señalaron los obispos en un comunicado.
El que más suena entre los conservadores es el arzobispo de Budapest, Peter Erdö. Pero los conservadores están incluso más divididos que los que representan el ala más aperturista y de continuidad con el pontificado de Jorge Bergoglio.
¿Un papa joven?
Mientras que respecto a los otros ‘italianos’ siguen con posibilidades Matteo Zuppi, aunque su figura poco internacional le restaría consensos, mientras que el menos italiano Pierbattista Pizzaballa, despierta curiosidad pero tiene sólo 60 años. La edad sigue siendo importante ante el riesgo de un pontificado de casi 30 años.
Algo que se repite con otros dos cardenales carismáticos, pero demasiado jóvenes: el portugués José Tolentino de Mendonca, de 59 años y el arzobispo de Argel, el dominico Jean-Paul Vesco, de 63 años.
La sorpresa: la discreción
Mientras que en las últimas horas se siguen de cerca al sueco Anders Arborelius, el jesuita luxemburgués Jean-Claude Hollerich y el maltés Mario Grech, quien sería una buena opción si finalmente no sale adelante Parolin.
Entre tanto muchos aseguran que la Iglesia no está preparada para un papa africano, pero la figura más carismática es el congoleño Fridolin Ambongo, y tampoco emerge ningún nombre importante de Asia, más allá de Tagle.
Además, son numerosos los cardenales que no han dado entrevistas y son contadas sus declaraciones.
Entre ellos, muchos miran hacia el discreto agustino Robert Francis Prevost, de 69 años, «el menos estadounidense de los estadounidenses», prefecto del dicasterio de los obispos, con veinte años en Perú a sus espaldas, primero como misionero y luego como obispo y reconocido por todos por su capacidad de escucha. La discreción puede ser la sorpresa.
Con información de EFE